Autobusos de Lleida confía sólo en el gasóleo y olvida el gas y el biodiésel
Ni gas natural ni biodiésel. El gasóleo convencional es a fecha de hoy el único combustible que utiliza Autobusos de Lleida, la empresa administrada por el grupo Sarbus que se encarga de la gestión de la red local de transporte de viajeros.
La compañía, aseguró ayer su gerente Carlos Soldevilla, prefiere apostar por motores tradicionales “más eficientes” que experimentar con combustibles alternativos como desde hace años hacen las compañías de transporte urbano de Madrid, Valencia o Barcelona.
Las palabras de Soldevilla llegan en un momento en que los combustibles de origen vegetal, presentados hasta hace bien poco, y como él mismo recuerda, como una alternativa al gasóleo, están en el punto de mira por la subida de las materias primas agrícolas y las noticias sobre paralización de proyectos de construcción de plantas productoras de este tipo de combustible se suceden.
Sea como fuere, y tenga o no culpa los biocarburantes de este aumento de precios, lo cierto es que, de momento, Autobusos de Lleida no utiliza este tipo de combustible. Y decimos de momento porque los 42 vehículos que forman la flota de la compañía a fecha de hoy están preparados para utilizar biocarburantes.
La dificultad, señala el gerente de la empresa, “no está en los vehículos, porque cualquier automóvil puede usar este tipo de combustible si se mezcla en los porcentajes adecuados con gasóleo convencional para no dañar el motor, sino en la infraestructura que te obliga a construir para abastecer a la flota”.
Con el gas natural, cuenta, “la cosa es incluso más complicada, porque al tratarse de un combustible no líquido el sistema de repostaje es distinto y obliga a realizar una inversión importante que, como todo gasto, se debe estudiar bien”.
Con todo, a fecha de hoy ninguno de los 42 autobuses urbanos que circulan por la ciudad de Lleida emplea estos dos combustibles.
A corto plazo no hay previsiones de utilizarlos y en un futuro menos inmediato, el único con posibilidades parece el biodiésel que cuenta con ventajas medioambientales y económicas sobre los combustibles fósiles derivados del petróleo.
“No nos lo hemos planteado, porque antes habría que ver en qué queda todo el debate que existe alrededor de este combustible, pero sí que es cierto que a priori, y dado que los vehículos lo admiten, tiene más posibilidades que el gas”. De momento, y mientras la compañía decide si se sube a un carro al que transportes municipales de Barcelona se subió al adquirir un depósito exclusivo para biodiésel en 2006, Autobusos de Lleida intenta reducir el impacto de su flota sobre el medio con motores a gasóleo como los que incorporan los seis últimos autobuses que ha comprado en los últimos meses. “En julio incorporamos a la flota seis vehículos nuevos equipados con motores más resistentes y de bajo consumo que cumplen de sobra con las normativas en vigor sobre emisión de gases”, señaló el gerente de la compañía.
http://www.lamanyana.es/web/html/lanoti ... a=03:00:00