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Recargar el coche eléctrico permitiría aprovechar la energía eólica que se pierde
El Plan Movele contempla la creación de más de 500 puntos de recarga en Madrid, Barcelona y Sevilla
ANTONIO CERRILLO | Barcelona | 02/08/2009 | Actualizada a las 21:37h | Ciudadanos
El coche eléctrico reduce los gases contaminantes en la ciudad; y si la recarga de la batería se hace con electricidad de origen renovable, evita la dependencia de los combustibles fósiles y contribuye a combatir el calentamiento. Todas estas ventajas están haciendo aumentar las expectativas del desarrollo de las energías renovables. Pero si en el futuro, los coches ganan la calle, la gestión eléctrica deberá ser modificada. Las baterías de los coches aparecen en el horizonte como los almacenes acumuladores de energía limpia.
El presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, declaró el lunes en Badajoz que la introducción del coche eléctrico permitirá aumentar la capacidad de generación de las fuentes renovables. "Las energías renovables pueden crecer porque la mayor imprevisibilidad de estas energías en cuanto a generación se puede amortiguar con la mayor capacidad de acumulación que proporcionará un parque de baterías", señaló Entrecanales.
El coche eléctrico puede derribar el mito de que las energía renovables son imprevisibles. Hasta ahora se partía de la base de que sólo se puede aprovechar la energía eólica si hace viento, y que únicamente es de fiar la energía solar en días luminosos. Pero este esquema puede cambiar, con el papel que se asigne a las baterías. El coche eléctrico permitiría aprovechar esa energía renovable - y fugaz-que a veces ahora se desaprovecha.
El sistema eléctrico español está capacitado para dar respuesta a las necesidades de energía de un millón de coches eléctricos planteada por el Gobierno para el 2014; pero se requiere que la recarga eléctrica del coche se haga sobre todo en casa y en horas nocturnas, precisa Juan Antonio Alonso, directivo del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE).
Las baterías se podrían recargar con el exceso de capacidad de generación de energía. Luis Atienza, presidente de Red Eléctrica de España, juzga que "con la red prevista para el 2014, el exceso de producción existente sería suficiente para recargar seis millones de vehículos eléctricos", pero siempre y cuando esa recarga se haga con una mayor utilización entre las once de la noche y las ocho de la mañana, cuando hay una menor demanda.
Ahora consumimos más energía de día que de noche, y como la demanda de electricidad en horas nocturnas es muy pequeña, el sistema no puede absorber en ocasiones toda la energía eólica, sobre todo de noche. Se han dado casos en que no se puede aprovechar esa electricidad. Pero, además esta tendencia podría ir en aumento en el futuro a medida que aumente el número de megavatios eólicos instalados (y de otras fuentes limpias), según fuentes de la Asociación Empresarial Eólica.
En cambio, si crece la demanda nocturna de electricidad, las palas de los aerogeneradores podrían seguir funcionando. Y se equilibraría la curva de carga. En el hipotético escenario de dos millones de coches eléctricos (con una batería de 7 kWh de capacidad y una recarga uniforme), se produciría un incremento de la demanda de unos 2.000 MW en cada una de las horas de la madrugada. No obstante, el uso de electricidad de noche requerirá incentivos, y hacerla más barata en esas horas, dicen los expertos.
José Santamarta, asesor del Ministerio de Industria, argumenta que los coches eléctricos en la práctica, funcionan una o dos horas, mientras que las restantes 22 o 23 horas del día están aparcados; por eso, pueden servir como acumuladores de esa energía.
Mientras tanto, en el futuro, las sinergias entre las energías limpias y los vehículos eléctricos podrían aumentar sobre todo con la gestión de la red. Para un futuro no muy lejano, empiezan a vislumbrarse las redes eléctricas inteligentes reversibles (V2G), de las que el coche pasaría a formar parte. "La electricidad pasaría a las baterías de los coches en las horas de menor consumo, mientras que desde los vehículos podría entregarse a la red en la hora punta", explica Narcís Vidal, experto en tecnología e innovación de Endesa. Atienza confirma este pronóstico, pero matiza que ese desarrollo tecnológico requiere "una gran inversión".
Lo que está claro es que el coche eléctrico cambiará muchos hábitos, y su introducción masiva - prevista a partir del 2012 y, sobre todo, inicialmente con flotas de reparto-llevará aparejados cambios de comportamiento.
La Administración desea, como primera opción, que el coche se recargue en casa, en donde se necesitaría una conexión eléctrica normal y corriente (3,3 kW); la alimentación duraría entre 4 y 8 horas en casa, y así el coche estaría disponible a mañana siguiente. La batería también podría recargarse en parkings o, en postes públicos mientras que el Ministerio de Industria, a través de plan Movele, creará más de 500 puntos de alimentación en Barcelona, Madrid o Sevilla.
En segunda instancia, y a medio plazo, los coches se recargarían de forma rápida en electrolineras, en operaciones que podrían durar de 10 a 30 minutos, aunque la recarga dependería del tipo de batería o el grado de autonomía que se quiera dar al coche. Y en tercer lugar, se abre la opción a la sustitución de las baterías. Esta es la propuesta que lanza el proyecto Better Place que se instaurará en Israel y Dinamarca. Este escenario plantea que el comprador adquiere el coche, pero no la batería (el elemento más costoso), que sería utilizada en forma de alquiler o un sistemas similares.
Sin embargo, Juan Antonio Alonso muestra sus reticencias hacia esa fórmula. "El desarrollo tecnológico no va en esta línea, especialmente porque obligaría a que todos los coches tuvieran la misma tipología de batería", dice.
El temor del propietario a que la batería no tuviera la misma calidad y duración que la anterior o problemas logísticos en la organización y sustitución son algunos elementos esgrimidos por los sectores contrarios a esta idea. Mientras, las marcas que quieren generalizar el coche eléctrico ya adelantan que las baterías es el elemento más caro, pero a la larga ese sobrecoste quedará compensado con el menor costo de la recarga eléctrica en comparación con la gasolina o el gasóleo.