Fantàstica pel·lícula del 1911!!

[metring]

Avui a EPC apareix una filmació, descoberta recentment, de Barcelona l'any 1911. Apareixen vaixells, tramvies... molt interessant!!!

'La perla del Mediterráneo'

1. Una película rodada en 1911 divulga por primera vez los lugares turísticos de Barcelona
2. • El documental se presentará en una exposición sobre la ciudad en 1900 que se podrá ver en septiembre en Amsterdam

FILMOTECA DE AMSTERDAM / COPIA FILMOTECA DE LA GENERALITAT

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* FOTOGALERÍA: Las imágenes más representativas del filme

ROSARIO FONTOVA
BARCELONA

La estatua de Colón, el paseo de Gràcia, el parque Güell y el Tibidabo eran, a principios del siglo XX, las atracciones turísticas esenciales de Barcelona. Y para publicitarlas, nació en abril de 1908 de la mano de Domingo Sanllehy, alcalde de la ciudad, la primera agencia de turismo de Barcelona. Tenía su sede en la Rambla, llevaba el rumboso nombre de Sociedad de Atracción de Forasteros y su misión era conseguir que a la ciudad vinieran más viajeros, objetivo que no se ha cumplido hasta un siglo después, pero con creces. La sociedad patrocinó una película titulada La perla del Mediterráneo, realizada por Cabot Films, que es el único testimonio de la vida barcelonesa de la época en formato cinematográfico.
El documental se daba por perdido cuando se localizó en el extranjero. Alguien compró en los Encants la lata donde estaba depositada la película. El original es actualmente propiedad de la Filmoteca Holandesa de Amsterdam.
Hay constancia de que se rodaron dos películas, una en 1911 y otra en 1913. En la lata de los Encants quedaban unos cuatro minutos de rodaje, centrados en las atracciones turísticas entonces más destacadas. El puerto, la estatua de Colón, el paseo de Gràcia, el parque Güell, el de la Ciutadella y el Tibidabo son los escenarios turísticos propuestos. La perla del Mediterráneo dará la bienvenida a los visitantes de la exposición Barcelona 1900 que se exhibirá en el Museo Van Gogh de Amsterdam entre septiembre y enero del 2008. Teresa M. Sala, profesora de la Universitat de Barcelona (UB), es una de las responsables de la exposición, que gira en torno a la historia artístico-
cultural de Barcelona, en buena parte desconocida para la mayoría del público del norte de Europa.
Barcelona 1900 contará la historia de la capital catalana con el mapa de la ciudad como guía y los lugares más destacados como zonas de encuentro y confrontación. Aparecen el Liceu y el Palau; los artistas de la Sala Parés, los espacios de la bohemia y la burguesía. El discurso termina con la Semana Trágica y la quema masiva de iglesias. Y, como no podía ser menos, aparece el cine que se convierte en la diversión moderna en aquellos años. Teresa M. Sala explica que el rodaje de La perla del Mediterráneo coincidió "con la edición de numerosas series de postales y las primeras guías que van forjando la imagen de la Barcelona turística destinada a élites o a gente que viajaba a Barcelona para actividades del comercio y la industria".
"Es fascinante la idea de crear una sociedad para forasteros, que en definitiva son los antecedentes del actual Turisme de Barcelona", añade. Todo este paquete turístico, "forma parte de la imagen optimista de la ciudad que va construyéndose, que acaba con la Semana Trágica". Y respecto a la película, subraya que en ella se escogen "espacios simbólicos de la ciudad envueltos en un título que rehúye el conflicto y pone el acento en el encanto".
La película comienza con un opíparo almuerzo en una soleada terraza en Montjuïc y tiene su punto máximo de atracción en el paseo de Gràcia, que a principios de siglo desplazó a la calle Ample en el favor de los barceloneses. Pasear era todo un ritual. La gente desfilaba entre 12 y 14 horas, llenando el lateral, mientras por la calzada coincidían los automóviles, los tílburis y los jinetes. En sus memorias Tots els camins duen a Roma, Gaziel escribe la crónica de aquellos paseos en los cuales participaba y a los cuales se iba a ver y a ser visto. "Ellas se vestían del todo y se decoraban con lo mejor que tenían", escribe asombrado por la cantidad de joyas con que se adornaban las elegantes de la burguesía catalana.
Por el paseo desfilaba a caballo el conde de Güell "igual que un dios antiguo" y algunos modernos en bicicletas niqueladas que pedaleaban entre los carruajes y los automóviles. El momento más sensacional era a la una de la tarde, cuando la multimillonaria marquesa de Marianao paseaba en su carruaje forrado de color crema con un lebrel a sus pies. Era "la estrella de aquel ballet fastuoso y local", escribe Gaziel, donde abundaban los rentistas, los industriales y los políticos. A veces se producía un ligero tumulto. Era Alejandro Lerroux, a quien más de uno le giraba la cara. Francesc Cambó pasaba "haciendo muecas y estirando el cuello, sin querer ver a nadie".
Barcelona era la ciudad de los cafés: el Gambrinus, el Oro del Rhin, la Maison Dorée, el Continental.... Y de los toros (había tres plazas) y los teatros. A Sarrià se iba en el tranvía de foc y los primeros turistas no se perdían las compras en los Almacenes El Siglo, que ardió en un incendio en 1931, ni la visita al estudio fotográfico de Napoleón.
A pesar de su aire provinciano, la ciudad no estaba aislada. Cuenta Alfonso Flaquer en sus memorias Con chaleco y corbata que millonarios, aventureros y espías tenían su sede en el Excelsior. Por aquí pasaban el hipnotizador Onofroff, el millonario Retzner, el general mexicano Huertas, el exsultán Muley Hafib, el príncipe Yussupov (el asesino de Rasputín) o el boxeador negro Jack Johnson. Eran los turistas pioneros en una ciudad que todavía podía recorrerse a pie.

*EL VÍDEO DE LA PELÍCULA ES UNA COPIA DE LA FILMOTECA DE LA GENERALITAT DE UN ORIGINAL DE LA FILMOTECA HOLANDESA DE AMSTERDAM.