local wrote:Fran-Ikarus wrote:I jo continuo defensant que pràcticament *ningú* agafarà o deixarà d'agafar el cotxe en funció de que el TRAM recorri tota la Diagonal o no pas.
Penso que no hi ha cap cotxe, ni tan tols el taxi, que recorri la Diagonal de dalt a baix (excepte el bus 7) per desplaçar-se. Les Rondes es van fer precisament per travessar la ciutat de manera ràpida i així descongestionar la Diagonal i la Gran Via.
Haciendo más vialidades nunca se reduce el tráfico. El tráfico se reduce reduciendo las vialidades. Si hay una nueva forma de circunvalar cómodamente la ciudad, esto es un aliciente para tomar el coche, como lo es también la hipotética descongestión de las vialidades del centro. La prueba esta en algo tan simple como ver que el tráfico sigue siendo el mismo: Diagonal, Gran Via y Aragó siguen estando totalmente atrofiadas en hora punta, como también lo estan las rondas. ¿Donde está la descongestión?
El tráfico sólamente se puede reducir reduciendo el espacio disponible para los vehículos privados. Claro que en el país del "café para todos" a nadie le gusta oír eso, pero es la realidad, y sino reto a quien sea a que me muestre un ejemplo de nuevas vialidades que hayan supuesto una descongestión (excepción hecha de situaciones muy puntuales tipo giros/cruces problemáticos, etc.. Todo ésto aplica a gran escala, como con lo de las rondas.) De la misma manera reto a quien sea a que me muestre un ejemplo de reducción de vialidades que haya supuesto una "catástrofe" o un "colapso" de la circulación.
El tráfico se adapta a la disponibilidad de vialidades: Cuanto peor el tráfico, menos atractivo el coche, y más atractivo el transporte público. De hecho, la congestión vial es una de las formas más eficaces de desincentivar el uso del coche.
Lo que es completamente absurdo es pensar que se puede o debe mantener las vialidades ajustadas a la demanda, y que los coches se reducen únicamete con mejoras de transporte público o con el túnel de Rodalies, que ya parece de nuevo la mágica solución a todos los problemas que siempre encontramos en las obras faraónicas. Madrid es el perfecto ejemplo de que la gente mayoritariamente prefiere el coche si éste es lo suficientemente cómodo de utilizar.
Al final, todo se reduce a la política de movilidad:
Se puede considerar que el uso del coche es un derecho básico, y que por consecuente hay que adjudicarle el máximo espacio que permite la ciudad, y que el transporte público es complementario al vehículo privado, para la gente que no tienen acceso a éste.
Alternativamente se puede considerar que hay que reducir al máximo el espacio para la circulación de vehículos privados, con tal de desincentivar el uso de éste más allá de lo imprescindible (servicios, trabajo, transporte, etc.), y que se debe proveer a todos por igual con un transporte público conveniente.
Ambas ideas son igual de válidas, sin embargo la primera entra en conflicto con el concepto del estado social (o "estado del bienestar), que presupone un abastecimiento universal de los servicios básicos (que incluyen transporte) y la igualdad de oportunidades, que se consigue haciendo que el transporte universalmente accesible sea el que se prioriza, y que el de acceso exclusivo (es decir que excluye a parte de la población) se le otorgue únicamete el espacio imprescindible.
Curioso que países como Suiza, Austria o Alemania (ejemplos contundentes que me vienen a mente), que tienen mucho mayor poder adquisitivo per cápita, menos paro, menos pobreza, etc., tengan a su vez una mayor consideración por cumplir con los propósitos del estado social...