Detenidos veintiún grafiteros por 161 agresiones a material ferroviario
Han generado daños estimados en más de un millón de euros a operadores ferroviarios y material histórico.
Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha era las zonas de actuación preferidas por veintiuna personas, agrupadas en varias bandas, que desde hace ya varios meses, vienen actuando sobre locomotoras, vagones y coches de los diversos operadores ferroviarios nacionales, e incluso actuando sobre material histórico preservado. Ha sido la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva la que ha organizado este operativo, al que se ha bautizado como "Operación Picassín".
Más de un millón de euros en daños -en la primera evaluación realizada- en 161 ataques a trenes realizados por estas veintiuna personas detenidas la pasada semana por la Guardia Civil en las provincias de Badajoz, Sevilla, Córdoba, Jaén, Málaga, Granada y Ciudad Real. Los ataques se han producido en Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha. La operación se inició hace cinco meses a partir de una campaña de ataques a material estacionado en Jabugo-Galaroza.
Por tal motivo, la Guardia Civil puso en marcha un dispositivo para identificar a los responsables, que bajo el seudónimo “RKS”, “Los 247” y “KSG”, eran responsables de pintar los grafitis en los trenes. Asimismo, la colaboración de Renfe ha sido esencial en todo el proceso de investigación al aportar las imágenes de las cámaras de seguridad que ilustraban la forma de actuar de estas personas.
Estas agresiones han afectado tanto a material de Renfe y otras operadoras como incluso a material histórico, como la rama del Talgo III RD que estuvo un tiempo estacionada en Córdoba y, a pesar de estar en un recinto cerrado y con vigilancia, fue objeto de varios ataques, algunas de cuyas firmas han sido reconocidas por la Guardia Civil en esta operación. En este cao algunos de los agresores ya fueron identificados y existen denuncias previas, en trámite judicial, por esta agresión. Algunos de estos vándalos también atacaron el coche recientemente cedido a la Asociación Linares-Baeza de Amigos del Ferrocarril, que fue limpiado prontamente por los socios de dicho colectivo.
La investigación policial
Los agentes de la Benemérita han construido una base de datos con cerca de un millar de expresiones gráficas distintas que han sido estudiadas minuciosamente y que han permitido identificar a los autores de los ataques. Esta tarea se ha realizado mediante una investigación consistente en el rastreo en la red, ya que los autores colgaban sus vídeos, una vez realizadas las pintadas, para dejar constancia gráfica y así tener un reconocimiento del resto de bandas.
Los guardias civiles que han participado en la investigación han adquirido un profundo conocimiento, tanto del modus operandi de estas bandas como del significado de sus obras, logrando identificar la autoría con sólo verlas una sola vez. Este conocimiento, que será compartido con otras unidades policiales, resultará muy útil en el futuro para detectar casos similares o para continuar con otras investigaciones. Una vez estudiadas las imágenes aportadas por Renfe, junto con las imágenes que los propios autores colgaban en distintas plataformas de Internet, la Guardia Civil identificó a todos los integrantes de las bandas.
El informe elaborado por la Guardia Civil indica que los autores o “writers” de los dibujos suelen firmar sus obras con sus nombres de guerra, para así identificarse entre ellos y dejar constancia del grupo de “crew” al que pertenecen. Del mismo modo suelen dejar dedicatorias a otros grupos en sus dibujos, entrando así en una espiral de daños que deterioran no sólo los trenes, sino fachadas, señalización o monumentos.
Hay que destacar que estas bandas realizan grandes desplazamientos desde sus ciudades, para actuar en zonas distintas de la geografía nacional, consiguiendo con esta dispersión dificultar enormemente la acción de las fuerzas de seguridad.
Como el tiempo para realizar estos dibujos es escaso, la planificación y coordinación para realizarlo está milimétricamente organizada. Cuando la acción debe hacerse en un lugar especialmente dificultoso o el tiempo es mínimo, suelen realizar sólo una firma o “tag” que es reconocida por el resto de miembros de la comunidad.
Además, existen otros fenómenos que han sido conocidos por los agentes que han desarrollado la investigación. Entre ellos destaca el “bombardeo”, que consiste en replicar la firma o tag por todas partes de un objetivo, que puede ser un barrio o una ciudad, marcando así el territorio de un "crew".
Cuando actúan los “writers”, uno de los integrantes del grupo es el encargado de realizar el reportaje gráfico, dejando constancia, tanto fotográfica como videográfica de la actuación.
Una de las modalidades más peligrosas es la denominada “palankazo”. En estos casos los vándalos que viajan a bordo de los trenes activan el freno de emergencia, sea en plena vía o estación. Con el tren detenido, los agresores atacan al tren, afectando al tiempo a la circulación ferroviaria y su propia seguridad, ya que en ocasiones actúan en zonas de vía doble dónde pueden ser arrollados por otra circulación. Estos ataques tienen en ocasiones un añadido de violencia física ya que mientras realizan la pintada, algunos suelen mantener al vigilante de seguridad lejos lanzándole piedras. En otras ocasiones han asaltado cocheras de ferrocarril o metropolitanos, armados con porras y barras, con las cuales han amenazado al personal para que no les impidan sus agresiones.
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