http://www.lavanguardia.es/lv24h/200807 ... 64407.html
Un chófer de autobús borracho amenaza a otro conductor con un arma de fogueo
Los sábados por la tarde, el autobús que une Castelldefels con Barcelona se llena de jóvenes con botellón
Raúl Montilla | Viladecans | 02/07/2008 | Actualizada a las 03:31h
El autobús lleno. A pesar del aire acondicionado, mucho calor. Sábado por la tarde. Entre los usuarios, un gran número de adolescentes con destino a las discotecas de Barcelona, algunos apestando a alcohol. Griterío. Carcajadas. Y mucho calor. De pronto se hace el silencio. La más de una cuarentena de pasajeros se quedan callados, atónitos. No se pueden creer lo que están viendo: el conductor del autobús tiene una pistola y está apuntando al dueño de un coche particular. "Te voy a pegar dos tiros".
Una escena propia de película, pero real, que se dio el pasado sábado por la tarde en un autobús de la empresa Mohn -la misma en la que sus conductores hace unas semanas protagonizaron una huelga ilegal-. Pasó en su línea más conflictiva, la que une los sábados por la tarde Castelldefels con Barcelona, utilizada principalmente por adolescentes de ruta a las discotecas. Una línea en la que, como ya avanzó La Vanguardia el pasado mes de enero, son frecuentes las peleas y los botellones en el interior de los autobuses. Situación que apenas ha cambiado. Pero este sábado, el protagonista de la pelea fue un conductor que, además, circulaba bebido.
Según explicaron ayer fuentes policiales, los hechos ocurrieron a las 17.30 horas. El conductor del autobús, Manuel V.N., de 53 años de edad y vecino de Viladecans, había comenzado la ruta una media hora antes en Castelldefels. En el horario más crítico. El típico de los botellones y de las peleas. El viaje, de todas formas, se desarrollaba sin incidentes, hasta que llegaba a la avenida Roureda de Viladecans. Allí, un coche estaba aparcando, al parecer, sin demasiado tino. Una espera que desesperaba a Manuel que comenzaba a acelerar el bus, a la vez que increpaba, al conductor del turismo. El coche no avanzaba, seguía aparcando. Manuel aceleró de nuevo y levantó el pie del freno. Pasó con el bus lleno de gente al lado del coche. Tan cerca, que colisionó.
El conductor del turismo, al ver el lateral de su coche dañado, se bajó y se dirigió al conductor del autobús a pedirle explicaciones. Manuel desde su asiento, para sorpresa de todos, se sacó un arma que parecía real -aunque luego la policía comprobó que era de fogueo- y se lo dejó claro: Si se acercaba le pegaba dos tiros.
Los Mossos d´Esquadra se personaron a los pocos minutos. El chófer del autobús, visiblemente alterado, no dudó en explicar diferentes versiones, por ejemplo, que le había atacado un grupo de gitanos.
La policía autonómica le practicó la prueba de alcoholemia. En la primera toma dio una tasa de 0,35 mg/litro de alcohol en aire expirado -más del doble del permitido a los profesionales-. En la segunda, 0,28 mg/ litro.
Varios de los usuarios acababan desistiendo de su viaje, a pesar de que la empresa mandó otro conductor de recambio. Según fuentes de Mohn, el conductor detenido -por amenazas y por contrariar la seguridad del tráfico- está actualmente retirado del servicio a la espera de la decisión judicial. Algunos conductores de la empresa, a pesar de que no justificaron la actuación de su compañero, sí que la atribuyeron a las malas condiciones de trabajo en la línea Castelldefels-Barcelona los sábados por la tarde, en la que también se han registrado varias agresiones a conductores.