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Renfe recupera los trenes viejos por la dificultad para subir a los nuevos
• La empresa admite que la altura de los andenes de Passeig de Gràcia dificulta el acceso a los convoyes
• Personal de la compañía ayuda a los pasajeros en el apeadero mientras se completa el cambio de la flota
EDWIN WINKELS
BARCELONA
La presencia de los flamantes trenes Civia en las líneas C-2 y C-10 de Cercanías ha durado menos de dos meses. Renfe decidió ayer retirar sus modelos más nuevos de estos dos recorridos --los dos más castigados hace un año por las obras del AVE-- a causa de los problemas de acceso a los trenes que plantea la estación de Passeig de Gràcia. Al subir o bajar de los vagones de estos modelos, los pasajeros deben superar un desnivel de 52 centímetros, lo que no solo ha provocado numerosas quejas sino también varias caídas. Los trenes no regresarán a estas líneas hasta que, en los próximos meses, se eleven unos decímetros los andenes.
Una visita de un alto responsable de Renfe esta semana al apeadero del centro de Barcelona sirvió para constatar que la modernidad de los Civia, muy aplaudidos por los pasajeros por su comodidad, no concordaba con las condiciones de accesibilidad en la estación de Passeig de Gràcia, que tiene los andenes más bajos de toda la red de Cercanías.
RETIRADA PAULATINA
La retirada de los Civia será paulatina. Ayer ya circulaban menos convoyes de este tipo: por la tarde ya no prestaban servicio en la C-2 entre Maçanet y Sant Vicenç de Calders y solo pasaban cuatro por hora en la línea del aeropuerto. Según las previsiones de Renfe, al principio de la próxima semana ya solo circularán los modelos anteriores, cuyas puertas se encuentran unos 15 centímetros más abajo.
Mientras tanto, personal contratado por Renfe asistirá en Passeig de Gràcia a los pasajeros que necesitan ayuda para subir o bajar del tren. Ayer ya fueron desplazados desde Sants cuatro informadores, dos para cada andén, aunque al principio tampoco tenían muy claro cuál era su cometido. "Informar y ayudar a la gente", decían. Ese personal de asistencia seguirá, de momento, hoy y mañana en el apeadero.
Los trenes de última generación, diseñados expresamente por ingenieros de Renfe para los itinerarios de Cercanías, en teoría mejor adaptados para personas de movilidad reducida, regresarán a las dos líneas afectadas en cuanto Adif, el ente gestor de las infraestructuras ferroviarias, haya adoptado medidas urgentes para mejorar esta deficiente accesibilidad. En los próximos meses se procederá a construir una estructura para elevar el nivel de los dos andenes, que tienen una longitud de 160 metros cada uno.
MEDIDAS PROVISIONALES
Todas estas medidas son provisionales, a la espera de la reestructuración definitiva de la estación de Passeig de Gràcia. El pasado 15 de septiembre finalizó el plazo para las empresas para presentar su proyecto para la reforma, un contrato que ha sido licitado por otro organismo dependiente del Ministerio de Fomento, la Sociedad Estatal de Infraestructuras de Transporte Terrestre (Seitt). Con un presupuesto de 15,4 millones de euros, estas obras serán adjudicadas en las próximas semanas pero no se comenzarán hasta el año próximo. Su duración prevista es de 25 meses y medio, por lo que hasta el 2011, como mínimo, Passeig de Gràcia no estará adaptado a los nuevos tiempos.
Aunque en la red de Cercanías y de media distancia hay más estaciones con los andenes relativamente bajos, en ninguna el desnivel entre el suelo y la puerta del tren es tan grande como en Passeig de Gràcia. Ello es consecuencia del uso anterior de este apeadero como receptor de los primeros Talgo, con unos accesos prácticamente a ras de suelo.
La renovación de Passeig de Gràcia forma parte de un plan más amplio para mejorar la accesibilidad de los trenes de Renfe de aquí hasta diciembre del 2010. Mientras que los de alta velocidad ya están adaptados al 100% para personas de movilidad reducida, en Cercanías se alcanza, en estos momentos, solo un 15%. De hecho, son los Civia los únicos trenes adaptados, ya que a mitad del convoy disponen de una puerta más baja que facilita el acceso, aunque en Passeig de Gràcia aún se encuentran a más de 30 centímetros de altura. El plan, que incluye la sustitución de la vieja flota por 170 nuevos trenes Civia, le costará a Renfe unos 299 millones de euros.
ADAPTAR ESTACIONES
Otra cosa es la adaptación de las estaciones, un gran número de las cuales se encuentran en un estado deplorable, sin ni siquiera escaleras mecánicas o ascensores. Las estaciones son responsabilidad de Adif, que prevé precisamente la incorporación de ascensores y rampas y la elevación y la ampliación de los andenes para poder recibir convoyes Civia de doble composición, ya que son más largos que los trenes anteriores.
. En quant a la pròpia PDG, tenim dos o més coses per dir:
C.A.C.V.
