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Renfe aún desconoce la causa del caos de Cercanías de esta mañana, que ha afectado a 10.000 viajeros
El servicio de Cercanías empieza a normalizarse tras una mañana de retrasos generalizados
EFE
BARCELONA
Un total de 1.500 usuarios de cuatro trenes distintos de Cercanías han quedado atrapados esta mañana debido a una interrupción da en el suministro eléctrico, cuyo origen continúa siendo un misterio, y que ha provocado que casi 10.000 viajeros sufrieran retrasos de 40 minutos de media durante toda la mañana.
Así lo ha señalado en rueda de prensa el director de Cercanías en Barcelona, Miguel Ángel Remacha, que junto con el gerente de mantenimiento de Infraestructura de Adif en Barcelona, César Fanjul, han sido incapaces de determinar el origen de las dos desconexiones eléctricas que han sumido el servicio ferroviario en un caos.
En total, cuatro trenes se han visto atrapados en los túneles que hay entre las estaciones de Arc del Triomf, Plaça Catalunya y Sants, lo que ha provocado escenas de ansiedad en algunos de los usuarios, ya que durante el encierro se han producido cortes de luz y del aire acondicionado de los convoyes.
"Inadmisible"
Remacha, que ha pedido disculpas a los usuarios afectados, ha admitido a preguntas de los periodistas que lo que ha ocurrido hoy ha sido "inadmisible" y ha reconocido que el servicio de Cercanías en Barcelona está "en un punto de cierta saturación", ya que cuando se da un problema como el de hoy "no hay margen de maniobra ni capacidad de reacción".
En su comparecencia ante los periodistas, que se ha prolongado durante más de una hora, ni Remacha ni Fanjul han podido determinar el origen exacto de la avería, ya que todavía desconocen si la falta en el suministro se ha debido a la falta de potencia eléctrica de la red o a un fallo en uno de los trenes.
Como un diferencial doméstico
Poniendo un ejemplo doméstico, Fanjul ha explicado que el sistema de autoprotección de las subestaciones eléctricas que dan el suministro ha saltado como si de un diferencial se tratara, aunque, al igual que Remacha, no ha podido decir si ha sido por una sobrecarga o por un fallo en un tren.
En total, el caos ha afectado a una treintena de trenes de las líneas C-1, C-3, C-4 y C-7, en los que iban unos 10.000 pasajeros, que han sufrido retrasos de 42 minutos de media y que en algunos casos han rebasado los 80 minutos.
A partir del mediodía, los trenes han recuperado la frecuencia de paso habitual, si bien aún mantenían demoras de 20 minutos de media, que se mantienen en algunos casos a lo largo de la tarde.
Debido a la ansiedad, una persona atrapada en uno de los trenes ha tenido que ser atendida en una ambulancia y otra trasladada a un centro médico.
Según el relato de Remacha, a las 09.46 horas de la mañana se ha producido la primera desconexión, que ha dejado sin suministro a dos trenes, uno que procedía de Manresa y acababa de salir de Arc del Triomf -en el que iban 600 personas-, y otro -con 300 viajeros- que acababa de salir de Sants, en dirección de L'Hospitalet de Llobregat.
Estos dos trenes han podido reanudar la marcha ocho minutos después, tras reiniciarse el sistema, por lo que su repercusión ha sido relativamente menor, pese a que ha empezado a provocar retrasos en cadena a los trenes que entraban a Barcelona.
Convoyes atrapados
La situación se ha agravado media horas después, a las 10.15 horas, cuando se ha producido una nueva desconexión, que ha atrapado a otros dos trenes: uno -con 400 pasajeros- que había salido de Arc del Triomf y estaba a punto de llegar a Plaça Catalunya; y otro -con 200 usuarios- que había salido de Plaça Catalunya e iba a Sants.
El segundo tren ha necesitado 13 minutos para reiniciar su sistema y ha reanudado su marcha al cabo de 18 minutos.
Más infructuoso ha sido el proceso para los 400 usuarios del primer tren, de siete vagones: la maquinista, tras varios intentos fallidos para reiniciar el sistema, ha optado por activar el sistema de emergencia, que permite circular hasta la próxima estación para dejar al pasaje.
Sin embargo, por tres veces, cuando ya estaba a punto para partir, se ha disparado la alarma de los vagones traseros, donde una mujer presentaba síntomas de ansiedad, por lo que la maquinista ha tenido que ir a pie a desactivar la alarma y volver a su cabina.
Cristales rotos y fallos de comunicación
Según Remacha, la conductora, cuando recorría el convoy por segunda vez para parar la alarma, ha visto que algunos usuarios habían roto una ventana de emergencia y provocaban desperfectos.
Sin embargo, no ha precisado si se trataba de un acto de vandalismo o han roto la ventana para permitir que entrara aire fresco durante su encierro sin luz ni aire acondicionado.
Remacha ha admitido además que los sistemas de información han fallado de nuevo, por lo que ha pedido una auditoría a los responsables de elaborar el nuevo sistema de comunicación para determinar por qué hay vacíos de cobertura en algunos túneles.