AUTOBOMBO
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Francesc Macià y el 22@ serán las últimas zonas de BCN sin metro
• La expansión del suburbano no palia el aislamiento de dos de los motores económicos de Barcelona
• 78 nuevas estaciones harán llegar el servicio al Carmel y la Zona Franca entre otras áreas urbanas
XABIER BARRENA
BARCELONA
La reivindicación del metro ha sido uno de los motores más recurrentes que han tenido las asociaciones de vecinos barcelonesas. Los demandantes acostumbraban a morar barrios lejanos del centro que, a la falta de servicios de unas áreas construidas a toda prisa, tenían que sumar una movilidad de corto alcance. Los tiempos han cambiado y esos barrios, aún más. El metro se ha prolongado, y más que se prolongará. Y en el caso de Barcelona, con la más ambiciosa ampliación de red nunca realizada, es el momento de mirar atrás y ver qué daños se han producido en la retaguardia. Dos áreas centrales claves de la economía metropolitana seguirán, en el 2014, cuando se completen los 79 nuevos kilómetros de red, sin metro.
La suma de los gráficos de isoaccesibilidad de las estaciones de metro permite observar la mancha de la ciudad metropolitana que tiene una estación del suburbano a menos de 400 metros, es decir, intervalos semafóricos incluidos, a menos de cinco minutos a pie.
Las 78 nuevas estaciones previstas acercarán el metro a muchos barrios y áreas hasta ahora huérfanas. El Carmel, Montjuïc, la Zona Franca, Pedralbes y buena parte de Sarrià, dentro del límite municipal, y Can Zam, Montigalà, El Prat, el aeropuerto, Sant Joan Despí, Esplugues, Sant Feliu, Sant Just y el centro de Badalona, en el resto del área.
NUDO POTENCIAL
Si un extranjero mirara un mapa de Barcelona sin solapar la red de transportes y se le pidiera que apostara por dónde se encuentran los nudos gordianos de la movilidad, aquellos puntos donde coinciden más de una línea de metro e incluso de Cercanías, es casi seguro que marcaría en rojo la plaza de Francesc Macià. En plena Diagonal, en mitad del distrito financiero de la ciudad --si es que aún hay de eso-- y en mitad, también, de lo que algún prócer municipal bautizó un día como la milla de oro comercial, quizás por aquello de la magnificent mile de Chicago.
Y no solo metro. Una estación de Cercanías --de una línea complementaria a las que llegan a Sants-- seguro que sería muy bienvenida tanto por los miles de estudiantes de la zona universitaria como por los compradores compulsivos de la región metropolitana e, incluso, por los hinchas del FC Barcelona que viven a más de 20 kilómetros del estadio y que ahora no pueden aparcar en mitad de la acera como solían.
En su lugar, Francesc Macià cuenta con una especie de sucedáneo: el tranvía. Y solo da servicio en sentido a poniente, pues la estación terminal se halla justo en la misma plaza. Hasta que se prolongue hasta Glòries en años venideros. Cabe pensar que el trayecto entre Sant Feliu y la plaza, aun en horas puntas, se recorre de manera más rápida en coche que en el tranvía.
La otra zona sin cobertura inmediata de metro es, ni más ni menos, que el flamante 22@, el proyecto de renovación de la antigua zona industrial del Poblenou que está llamada a ser el futuro motor económico de la ciudad. El proyecto municipal es que el otrora Manchester catalán se convierta en barrio que mezcla la industria limpia, es decir, la tecnológica, con los usos residenciales y comerciales. En resumen, una zona con una demanda de movilidad metropolitana alta que difícilmente puede asumir el tranvía que, como en Francesc Macià, también circula por esa zona.
TERCERA ÁREA
En el mismo distrito hay otra área desasistida, el frente marítimo entre la Barceloneta y el Besòs. Cuando se proyectó esa parte de la actual línea 4 se hizo pensando en dar servicio a los talleres e industria que se agolpaban en el barrio. En esa época, y hasta los Juegos Olímpicos, primero, y el Fòrum, después, nadie sospechaba que el litoral que se hallaba en el patio trasero de las industria se convertiría en una de las principales zonas de ocio y disfrute de los barceloneses. Por eso, tras abandonar la costa en la Barceloneta, la línea 4 hace un requiebro para buscar la centralidad del distrito de Sant Martí.
La plaza 'tuvo' metro hace casi medio siglo
• El plan de 1965 preveía una estación de suburbano en Francesc Macià
XABIER BARRENA
BARCELONA
Proyectar una estación de metro en Francesc Macià no es algo nuevo. Todos los planes que se dibujaron durante el franquismo, empezando por el plan de 1965, incluían el paso de entre una y dos líneas por el enclave. Con la llegada de la democracia y la asunción por parte de la Generalitat de las competencias en la materia, los proyectos de ampliación del metro sufrieron un parón. El plan de 1984 desprogramó muchos de los nuevos kilómetros que se habían previsto bajo el porciolismo. El parón duró hasta 1996, cuando se hizo un nuevo plan. En el 2001 se trazó el plan director de infrastructuras (PDI), vigente hoy en día y que se revisa periódicamente. En el PDI, que abarca toda la región metropolitana, se vuelve a prever una estación en Francesc Macià. El horizonte posible de puesta en servicio no es inferior a 10 años. Más de 50 después de que se hiciera el primer proyecto.
Los planes del suburbano del franquismo eran muy ambiciosos. Baste decir que el del 1974 proyectó una red un 20% superior a la actual. En 1965 y 1966 --eran años de grandes proyectos auspiciados por el desarrollismo nacido a cobijo del plan de estabilización económica de 1959-- se reserva a Francesc Macià --entonces plaza de Calvo Sotelo-- un papel importante. En los dibujos de 1965, por el enclave pasaban dos líneas de metro. La primera nacía en la plaza de España, tomaba la avenida de Josep Tarradellas --Infanta Carlota-- hasta la plaza. De ahí se dirigía a la plaza de Lesseps y, por la Ronda del Mig, hasta el Guinardó. La segunda era una línea que provinente de Les Corts, giraba por Francesc Macià para tomar la calle de Urgell hasta el Paral.lel. Un año después, en el proyecto de 1966, esta línea de Urgell unía el Paralelo y la Bonanova.
LA LÍNEA VI
En 1971 y 1974 se piensa en una nueva línea, la VI --en números romanos--, que de haberse llevado a cabo hubiera resuelto de un plumazo el vacío existente hoy en la plaza y en el 22@. La línea VI nacía en la Zona Franca, seguía la Ronda del Mig hasta Travessera de Les Corts y de ahí a Calvo Sotelo. Tras un breve paso por la Travessera de Gràcia, el trazado tomaba la Diagonal hasta sobrepasar la plaza de les Glòries, en concreto hasta la calle del Marroc. La VI seguía entonces recto hasta cruzar el Besòs. Ya en el Barcelonés Nord, el término se situó en Montigalà. Nótese que esta línea VI, en sus extremos --Zona Franca y Montigalà-- se asemeja sospechosamente a la L-9 hoy en obras.
El metro llegará a la plaza de Francesc Macià por la prolongación de los Ferrocarrils (Línea 8) desde la plaza de Espanya hasta la estación de Gràcia de los FGC, en la Travessera de Gràcia. Desde ahí aún no se conoce qué trazado seguirá. El ayuntamiento desea que pase por Glòries y, de ahí, cruce el Besòs. Todo está, sin embargo muy verde. Las exhaustas arcas de la Generalitat requieren tiempo para reponerse.