De La Vanguardia en paper:
Rodalies NAUFRAGA
Más de 700 pasajeros tuvieron que ser rescatados al quedar atrapados en el interior de los túneles.
El colapso viario a causa de la lluvia coincidió con una avería ferroviaria que dejó sin servicio a cuatro líneas.
SILVIA ANGULO / ÓSCAR MUÑOZ - Barcelona
Jornada aciaga para el transporte por carretera y ferrocarril. Ayer por la mañana miles de conductores y viajeros se vieron atrapados durante horas en los accesos a Barcelona hasta llegar a su destino. La lluvia intensa que cayó a primera hora causó diversos accidentes de tráfico que colapsaron las principales arterias de entrada a la ciudad. A la misma hora en la que en autopistas y calles se complicaba la situación, las líneas de Rodalies R1, R3, R4 y R7 se quedaban sin servicio, dejando a 750 personas atrapadas dentro de un túnel hora y media. Los pasajeros tuvieron que ser evacuados por los bomberos.
La causa del pinchazo en Rodalies, una de las incidencias más importantes desde el traspaso a la Generalitat de este servicio en enero pasado, fue un fallo eléctrico ocurrido a las 8.42 de la mañana. El ente gestor de infraestructuras Adif ha abierto una investigación para determinar las circunstancias de esta avería producida en una catenaria nueva, aunque, según los datos disponibles, pudo haber sido provocada por las copiosas tormentas caídas.
En este sentido, el director de Rodalies, Miguel ÁngelRemacha, explicó que se registraron fuertes oscilaciones de tensión en la catenaria, que provocaron una incidencia "puntual" que difícilmente puede volver a ocurrir.
Miguel Ángel Remacha relató que el maquinista del tren de la línea de Manresa (R4) - en el que viajaban 350 pasajeros-notó fallos en el suministro eléctrico mientras circulaba entre Sant Andreu Arenal y Arc de Triomf. Al aplicar el protocolo de acuerdo con el centro de control, el conductor bajó el pantógrafo - brazo por donde se alimenta de corriente el convoy-para después volver a activarlo. El maquinista recibió la orden de proseguir la marcha, pero al continuar detectando estas desconexiones eléctricas activó el segundo pantógrafo. La principal hipótesis es que en ese momento una subida de tensión provocara que este elemento quedara soldado a la catenaria rígida, instalada hace apenas un año en ese tramo.
El otro tren que procedía de Mataró (R1) y en el que viajaban 400 usuarios se quedó sin tensión en el túnel de El Clot. Para evacuar a los pasajeros de ambostrenes se tardó hora y media. La evacuación de los viajeros - que estaban en el interior del túnel a ratos sin luz y sin aire acondicionado-fue complicada. Se tuvo que esperar que volviera el fluido eléctrico y que los túneles se despejaran de trenes que iban en dirección contraria. En el caso de los pasajeros del tren de la R4, los bomberos instalaron pasarelas a otro convoy situado en paralelo a la unidad averiada que les condujo hasta Arc de Triomf.
Durante el tiempo que duró la incidencia, esta estación permaneció cerrada al público y hasta allí se desplazaron también efectivos del SEM por si había algún herido o intoxicado, aunque finalmente no se produjo ninguna incidencia de este tipo. Los usuarios del otro tren paralizado en El Clot tuvieron que salir caminando a través de las vías hasta una salida de emergencia, ubicada en la plaza de las Glòries. A las 10.15 horas todos los pasajeros ya habían sido evacuados.
Tanto Remacha como el coordinador de la Generalitat para Rodalies, Marc Garcia, expresaron sus disculpas a los afectados por la incidencia y aseguraron que en todo momento se había informado a los pasajeros. Remacha explicó que en el tren que circulaba desde Manresa había sido el propio maquinista quien, al comprobar que no funcionaba el sistema de altavoces por la falta de luz, había informado a los viajeros recorriendo el convoy. Esta apreciación contrastó con la que hizo Joaquim Nadal en Girona. A su juicio, la información dirigida a las personas que viajaban en los trenes averiados "falló parcialmente"; en cambio, la exterior "funcionó bien", informa Bàrbara Julbe. El conseller de Política Territorial minimizó lo ocurrido al afirmar que esta no es la avería más grave desde que se traspasó la gestión de Rodalies ya que ha habido otras cuatro peores.
Paralelamente y con el fin de mitigar los efectos de la avería, la circulación de trenes se desvió por el túnel de la calle Aragó (estación de Passeig de Gràcia). Con todo, el servicio de Rodalies acumuló unos 50 minutos de retraso y la circulación no volvió a la normalidad hasta el mediodía.
Las tormentas de primera hora también provocaron problemas en las principales vías de acceso a Barcelona. El accidente de un camión que chocó con la mediana de la autopista del Garraf (C-32) provocó el corte de dos de los tres carriles en sentido Tarragona a la altura de Castelldefels. También se registraron siete kilómetros de retenciones en la C-58, entre Badia y el nudo de la Trinitat, a causa de un camión averiado, y largas colas en la B-23, entre Molins de Rei y la Diagonal, por otro vehículo averiado en Sant Feliu. La circulación fue especialmente lenta y con retenciones en las rondas. Las calles de la zona alta de la ciudad - donde se concentra un gran número de centros escolares-tampoco se libraron del caos. Ya por la tarde, los problemas se trasladaron a la provincia de Tarragona, donde la lluvia superó los 200 l/m2 en algunos municipios.
Los viajeros atrapados en los trenes relatan su experiencia sobre lo ocurrido en los túneles
A la luz del móvil
ANTÒNIA JUSTÍCIA - Barcelona
La falta de luz y de aire provocó situaciones tensas y sobre todo molestó la falta de información
Por suerte estoy de cuatro meses, porque si esto me llega a pasar más adelante...". Ainoa Núñez se sonríe al contarlo, pero no reía para nada cuando ayer se quedó atrapada durante dos horas con otros 400 pasajeros en el túnel entre el Clot y Arc de Triomf. Salió de Vilassar de Mar en el tren de las 8.10 de la mañana y no volvió a ver la luz hasta pasadas las 11. "Una chica se ha puesto histérica porque decía que tenía claustrofobia y otra mujer ha comenzado a llamar a todos los teléfonos de emergencia que tenía. Un señor ha conseguido abrir una puerta y la chica quería saltar, pero el resto de pasajeros no la ha dejado. Cuando he visto que venían los bomberos equipados hasta los dientes pensé que la habíamos liado. Después, al ver las noticias, he respirado tranquilo", relataba ayer Mario Ruiz, pasajero del mismo tren.
Ayer se escucharon tantas historias como pasajeros se quedaron atrapados bajo el subsuelo. "Teníamos que iluminarnos con los móviles porque la luz se fue". "Hacía muchísimo calor y las puertas no se abrían". "Nadie sabía qué pasaba". "Casi no había cobertura y era difícil llamar al trabajo"... Historias vividas de diferente manera, casi ninguna de satisfacción y muchas de queja, bien por la falta de información bien por los mensajes idénticos y repetitivos que se iban lanzando cada cinco o diez minutos. "Era raro porque el mensaje hablaba de avería y veíamos a los bomberos trajinando fuera del tren ", explica Mario. "No sé yo si dar durante dos horas el mismo mensaje es la información adecuada", coincide Aina.
La jornada tuvo para algunos otros protagonistas: los bomberos. Los mismos que se convirtieron en héroes para Estela Boada, atrapada en el tren que venía de Manresa y que se quedó entre las estaciones de Sant Andreu Arenal y Arc de Triomf. "Han llegado con bombonas de oxígeno y haciendo palanca en las puertas han podido abrirlas. Todos se han puesto a aplaudir e incluso algunos a llorar, pero de Renfe no ha aparecido nadie", explicaba Estela en un relato que bien podría haberse titulado Pánico en el túnel."Estaba en el primer vagón cuando han empezado a salir chispas, humo y un fuerte olor a hierro quemado. El tren se ha parado bruscamente y se ha ido la luz. Nos hemos ido hacia los últimos vagones porque nos ha dado miedo. Nos iluminábamos con los móviles. No había aire, las puertas no se abrían y los dispositivos de emergencia no respondían", relató la pasajera.
En el mismo tren viajaba Carlos García quien, quizá por la templanza que da la edad (55 frente a los 30 de Estela), vivió lo sucedido de diferente manera: "He visto como un relámpago dentro de túnel y el tren se ha parado. Al principio estábamos preocupados y hemos mirado por si se quemaba algo. Ha pasado el maquinista y nos ha dicho que había una avería. Los bomberos han llegado al cabo de media hora de pararse el tren para tranquilizarnos, han abierto las puertas para que pasara aire pero, sobre todo, han pedido que nadie bajara. Ha venido otro tren y los bomberos nos han hecho un puente con una plataforma de hierro por donde hemos pasado. Yo he visto a todo el mundo bien".
Mientras se producían los rescates, Sílvia Maldonado seguía esperando en un tren cerca de El Masnou. Una hora de trayecto desde Blanes, donde subió, y dos horas de parada por el efecto cola en el servicio. Ella, a diferencia de los del túnel, congelada. Sin opción a coger otro transporte. Algo que lamenta y que critica. Una afectación que también atrapó a Sonia Guardia, quien lidiaba con sus dos hijos pequeños dentro de un tren en la estación de França procedente de Eurodisney. Para ellos no había avería sino un tren parado y lleno de inquietos y revoltosos menores.
El director general atrapado
A Josep Ramon Mora, director general de Protecció Civil, parece perseguirle la mala suerte en casos de emergencias. Ayer, fue uno de los viajeros atrapado en el tren que se dirigía de Manresa (donde reside) a Barcelona y Vilafranca del Penedès, el primero que quedó parado en el túnel de Sant Andreu Arenal. Mora vivió una experiencia similar en la mañana del pasado 8 de marzo, cuando el tren de la misma línea en el que se dirigía a Barcelona quedó bloqueado por la nieve acumulada en la vía. Aquel día se había levantado dos horas antes de lo habitual para asegurarse llegar a tiempo a una reunión de seguimiento del temporal. Ayer, el director general pudo seguir sobre el terreno el proceso de rescate de los pasajeros atrapados.