Re: Tancament accés Roselló de Diagonal línia 5
Posted: Wednesday 28/05/2008 9:53
D' EPC:
Confusión en el estreno del transbordo por la calle en el metro de Diagonal
1. • TMB desplegó a seis informadores que no dieron abasto en las horas de mayor afluencia
ROSA MARI SANZ
BARCELONA
Poco invita al paseo en estos tiempos de obras el eje entre la rambla de Catalunya y la calle de Rosselló, para malestar de tantos vecinos y comerciantes. Ayer volvió a ser un área abultadamente transitada, aunque no porque hayan acabado los trabajos, nada más lejos, sino porque se inauguró el recorrido alternativo para los usuarios de las líneas 3 y 5 del metro de Diagonal que debieron de hacer el transbordo por la calle. Los momentos de lluvia incomodaron aún más un periplo que se verán obligados a hacer durante un año, hasta que concluya la ampliación y el nuevo intercambiador. La tónica, pese al despliegue de informadores y los constantes avisos desde la pasada semana en el suburbano sobre la afectación, fue la sorpresa y el despiste general. Por la mañana, en las horas de mayor afluencia, no dieron abasto a las preguntas.
"Siga la línea amarilla", repetían constantemente los informadores situados a pie de calle a la entrada de la línea 5, en la rambla de Catalunya con la calle de Rosselló, y en la boca de la línea 3, en el paseo de Gràcia, a aquellos que querían hacer el transbordo. Un periplo que resulta bastante largo en el caso de estos últimos, ya que el itinerario les envía por Còrsega, para bajar por la rambla hasta la estación de la línea 5 en Rosselló.
"¿Toda esta vuelta tengo que dar?" Fue una protesta bastante común de muchos viajeros que salían por el paseo de Gràcia para hacer el cambio o pretendían, en vano, coger allí la línea 5. Algunos de ellos hacían caso omiso de las pacientes explicaciones de los informadores o de las señalizaciones recomendadas y buscaban el camino que podía parecerles más práctico: el establecido para los que hacen el cambio inverso, algo más corto. O sea, descendían por el lateral del paseo de Gràcia, un paso bastante estrecho al haber también obras en la acera, y accedían a Rosselló. Con un inconveniente, topaban de frente con los usuarios que, la mayoría con prisas y en varios momentos con paraguas, habían seguido las líneas.
"La gente va perdida al ser el primer día e incluso nos preguntan si hay autobuses lanzadera. Casi todos lo acaban entendiendo, pero algunos se enfadan cuando les decimos que esto durará un año, y sobre todo les preocupa si deberán pagan dos veces", señalaba Hernando, un informador situado a las puertas de la boca de la línea 5 en la rambla poco antes del mediodía, en uno de los pocos momentos que no estaba rodeado de usuarios.
Enlaces alternativos
Y aunque la respuesta tantas veces pronunciada fue que no se paga de nuevo, aunque sí se ha de validar otra vez el billete, una vez en el interior del suburbano no lo acababan de tener muy claro. "¿Pero debo volver a marcar? ¿Y cómo sabe la máquina que ya he pagado antes"?, preguntaba una dudosa viajera. "La máquina lo lee en su billete. Es para evitar que entren personas que no vienen del transbordo", le explicaba otro de los seis integrantes del dispositivo de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) para asesorar a los pasajeros, que se mantendrá durante varios días.
Escenas, estas, que se repitieron a lo largo del día por una estación en la que a diario hacen transbordo unas 30.000 personas. Aunque los habituales de este trayecto tienen un largo año para acostumbrarse. Otros, como también recomienda TMB, seguramente para hoy ya han buscado alternativas, por ejemplo, hacer el cambio entre las líneas 3 y 5 en Sants Estació.
Confusión en el estreno del transbordo por la calle en el metro de Diagonal
1. • TMB desplegó a seis informadores que no dieron abasto en las horas de mayor afluencia
ROSA MARI SANZ
BARCELONA
Poco invita al paseo en estos tiempos de obras el eje entre la rambla de Catalunya y la calle de Rosselló, para malestar de tantos vecinos y comerciantes. Ayer volvió a ser un área abultadamente transitada, aunque no porque hayan acabado los trabajos, nada más lejos, sino porque se inauguró el recorrido alternativo para los usuarios de las líneas 3 y 5 del metro de Diagonal que debieron de hacer el transbordo por la calle. Los momentos de lluvia incomodaron aún más un periplo que se verán obligados a hacer durante un año, hasta que concluya la ampliación y el nuevo intercambiador. La tónica, pese al despliegue de informadores y los constantes avisos desde la pasada semana en el suburbano sobre la afectación, fue la sorpresa y el despiste general. Por la mañana, en las horas de mayor afluencia, no dieron abasto a las preguntas.
"Siga la línea amarilla", repetían constantemente los informadores situados a pie de calle a la entrada de la línea 5, en la rambla de Catalunya con la calle de Rosselló, y en la boca de la línea 3, en el paseo de Gràcia, a aquellos que querían hacer el transbordo. Un periplo que resulta bastante largo en el caso de estos últimos, ya que el itinerario les envía por Còrsega, para bajar por la rambla hasta la estación de la línea 5 en Rosselló.
"¿Toda esta vuelta tengo que dar?" Fue una protesta bastante común de muchos viajeros que salían por el paseo de Gràcia para hacer el cambio o pretendían, en vano, coger allí la línea 5. Algunos de ellos hacían caso omiso de las pacientes explicaciones de los informadores o de las señalizaciones recomendadas y buscaban el camino que podía parecerles más práctico: el establecido para los que hacen el cambio inverso, algo más corto. O sea, descendían por el lateral del paseo de Gràcia, un paso bastante estrecho al haber también obras en la acera, y accedían a Rosselló. Con un inconveniente, topaban de frente con los usuarios que, la mayoría con prisas y en varios momentos con paraguas, habían seguido las líneas.
"La gente va perdida al ser el primer día e incluso nos preguntan si hay autobuses lanzadera. Casi todos lo acaban entendiendo, pero algunos se enfadan cuando les decimos que esto durará un año, y sobre todo les preocupa si deberán pagan dos veces", señalaba Hernando, un informador situado a las puertas de la boca de la línea 5 en la rambla poco antes del mediodía, en uno de los pocos momentos que no estaba rodeado de usuarios.
Enlaces alternativos
Y aunque la respuesta tantas veces pronunciada fue que no se paga de nuevo, aunque sí se ha de validar otra vez el billete, una vez en el interior del suburbano no lo acababan de tener muy claro. "¿Pero debo volver a marcar? ¿Y cómo sabe la máquina que ya he pagado antes"?, preguntaba una dudosa viajera. "La máquina lo lee en su billete. Es para evitar que entren personas que no vienen del transbordo", le explicaba otro de los seis integrantes del dispositivo de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) para asesorar a los pasajeros, que se mantendrá durante varios días.
Escenas, estas, que se repitieron a lo largo del día por una estación en la que a diario hacen transbordo unas 30.000 personas. Aunque los habituales de este trayecto tienen un largo año para acostumbrarse. Otros, como también recomienda TMB, seguramente para hoy ya han buscado alternativas, por ejemplo, hacer el cambio entre las líneas 3 y 5 en Sants Estació.