Si apart del túnel, fan un parking subterrani, no té perquè...
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La reforma de la Diagonal hará más difícil aparcar en el Eixample
El coche pasará de concentrar el 34% de los desplazamientos entre Francesc Macià y Glòries a quedarse en el 7% | El informe de movilidad sobre la reforma augura que Barcelona tendrá menos congestión | El informe plantea que Còrsega, Diputació y Castillejos crucen la Diagonal
ÓSCAR MUÑOZ / RAMON SUÑÉ | Barcelona | 17/02/2010 | Actualizada a las 01:01h | Ciudadanos
Menos Diagonal, más Eixample. Esta es la cuestión. La reforma del tramo central de la avenida, que comportará una drástica reducción del tráfico rodado en favor del peatón y del transporte público, sólo será posible si la cuadrícula ideada por Ildefons Cerdà y aprobada hace 150 años es capaz de absorber una parte sustancial de los vehículos que se verán expulsados entre Francesc Macià y Glòries. El papel que tendrán las vías transversales (Besòs-Llobregat y viceversa) es la clave de la operación, puesto que deberán dedicar más carriles a la circulación a costa del espacio actualmente destinado al aparcamiento en superficie. Esta es una de las propuestas del informe de movilidad sobre este proyecto, el último que se ha elaborado y que servirá de base para la formulación de las dos propuestas que se someterán a consideración de los barceloneses en mayo.
LOS PREPARATIVOS DE LA CONSULTA
Cajeros automáticos para una participación honrosa
El proceso de consulta de la Diagonal, contando la implantación del voto electrónico, le costará al Ayuntamiento no menos de 2 millones de euros, según reconoció el pasado enero el primer teniente de alcalde, Carles Martí, en respuesta a una pregunta formulada en comisión por el PP. En marzo, cuando ya se conozcan las dos opciones de nueva Diagonal que se someterán a votación del 10 al 16 de mayo, se abrirá un periodo de exposición del censo electoral (podrán participar todas las personas empadronadas en Barcelona a 31 de diciembre del 2009 y mayores de 16 años), y entre el 19 y el 22 de abril se llevará a cabo una prueba piloto del sistema de voto electrónico en la que intervendrán unos 200 barceloneses. Este experimento llega con retraso, ya que inicialmente se había previsto para este mes de febrero. En este momento la principal preocupación del gobierno municipal es conseguir a toda costa unos niveles honrosos de participación en la consulta. Uno de los objetivos es cerrar acuerdos con el mayor número de entidades bancarias y de ahorro para que, a través de una aplicación, se pueda votar a través de sus cajeros automáticos.
El documento fue presentado anteayer por el director de Servicios de Movilidad del Ayuntamiento, Àngel López, ante la comisión de trabajo para la transformación urbanística de la Diagonal del Consell de Ciutat. En este órgano están representados los grupos políticos municipales y las principales entidades. El estudio, que expone planteamientos técnicos que no necesariamente tienen que ser recogidos al cien por cien en las propuestas políticas que finalmente se planteen, defiende que la reforma de la Diagonal es viable si se adoptan medidas en la trama del Eixample y en otras calles de entrada o salida de la avenida. De los 400.000 viajes diarios que soporta esta vía en la actualidad, el coche representa el 34% (unos 136.000). El objetivo final es que el volumen total de desplazamientos suba hasta los 470.000 pero que el turismo se quede sólo con el 7% (32.900). Debe tenerse en cuenta que la implantación del tranvía en este tramo –una de las ideas madre de la transformación– supondrá que el 24% de los movimientos se hagan en este modo (unos 112.800).
La premisa es que la cuadrícula del Eixample, optimizada, funciona mejor para el tráfico que la Diagonal, una idea defendida por un gran número de técnicos. Y mejorando su eficiencia, es capaz de absorber el tráfico "aceptablemente". En la actualidad, las calles transversales del distrito central suman 37 carriles, de los que 27 se consideran alternativos a la avenida. De estos últimos, 13 discurren en sentido Besòs y 14 se dirigen hacia el Llobregat, con un índice medio de saturación importante, del 72,5%. El informe plantea que de los diez carriles que ahora se dedican al aparcamiento, cinco pasen a ser para el tráfico rodado. Hoy por hoy, hay carriles para estacionar en Buenos Aires, Còrsega, Rosselló, Aragó, Consell de Cent, Diputació y Gran Via. Provença queda descartada porque se va a mantener como vía tráfico calmado. En la presentación del lunes, sin embargo, no se desveló cómo compensar la pérdida de todas esas plazas. Inicialmente se pensó construir parkings bajo la Diagonal, pero esta idea ha sido abandonada.
Los cálculos del informe se han hecho considerando la hipótesis más radical para la nueva Diagonal, con sólo dos carriles –uno por sentido– para el tráfico privado y con velocidad limitada a 30 km/h. En este escenario, y teniendo en cuenta todos los cambios previstos en el Eixample y en otras zonas de la ciudad, además de la entrada en servicio de la L9 del metro, los niveles generales de congestión del trafico se reducirán apreciablemente.
El número de kilómetros con porcentajes de saturación del 90% o más decrecerá, según este estudio, en un 16,3% y la velocidad media aumentará en un 3,9%. Si se considera sólo el distrito central, el primer concepto bajará en un 29,6% y los vehículos podrán ir un 3% más rápido. Con todo, los asistentes a la reunión del lunes mostraron sus dudas sobre los efectos que el aumento del tráfico puede tener en las calles alternativas a la Diagonal.
¿Qué hay que hacer para llegar a esta situación que, según el informe, será más fluida que la actual? El documento detalla una veintena de medidas. Unas están planificadas al margen de la reforma de la Diagonal y, aunque no tendrán impacto directo sobre la avenida, modificarán los flujos de tráfico de amplias zonas. Algunas ya están listas, parcial o totalmente. Entre ellas, la remodelación de la avenida Roma, la salida de Albert Bastardas hacia la B-23, la pacificación del paseo Sant Joan, la reurbanización de la plaza de las Glòries o las transformaciones de la ronda del Mig y de la Via Laietana, así como las operaciones de Sant Andreu Sagrera, el 22@ y el desarrollo del barrio del Besòs.
Hay otros cambios que sí tienen que ver con la Diagonal y plantean importantes novedades circulatorias. Una es un cambio en la semaforización consecuencia de que la trama del Eixample, al prescindir de la Diagonal, podrá funcionar de manera ortogonal. Prácticamente todas las intersecciones se podrán regular en dos fases. Los ejes principales que cruzan la avenida se optimizarán con una ganancia de capacidad que se acercará al 20%. Y, asegura el informe, el paso de tranvía no se verá afectado.
Pero hay otros cambios. Entre los más destacados está la continuidad de Còrsega a ambos lados de avenida, lo que implica cruzarla por la plaza Joan Carles I y anular el tramo peatonal que conecta con la rambla Catalunya, que, con esta modificación, dejaría de ser un espacio de calma en pleno corazón del Eixample. Así, Còrsega se convertiría en vía alternativa a la Diagonal en sentido Llobregat.
En el extremo más cercano a Glòries, se plantea que Diputació y Castillejos atraviesen la Diagonal y que el túnel de salida desde Glòries hasta la Diagonal, previsto en la reforma de la plaza, prosiga con dos carriles hacia Cartagena. Son dos medidas que también persiguen evitar la Diagonal. Otras conexiones previstas en el informe son la de Alí Bei con Marina y Diputació no sólo hasta Creu Coberta, sino también hasta la Gran Via.
En la parte alta de la Diagonal, se prevén dos cambios destacables. Uno es la inversión del sentido de circulación de la avenida de Sarrià hasta Josep Tarradellas, que pasa a ser de bajada. La idea es que este itinerario sea alternativo a la Diagonal ya que proseguiría por Viladomat, que debe conectar con la avenida de Sarrià atravesando Josep Tarradellas, y con París, en sentido Besòs. Los cambios en este sector se completan con la inversión del sentido de circulación del tramo alto de Urgell, entre París y Francesc Macià que, como el resto de la calle, pasa a ser de subida y, en consecuencia, vía de salida por la Diagonal.
Entre las propuestas no figuran otras que se habían barajado en anteriores estudios del Ayuntamiento y que se han tenido en cuenta cara a la reforma de la Diagonal, algunas tan llamativas como que Balmes adopte el sentido montaña y se invierta el de Guillem Tell para poder enlazar con Príncep d'Astúries o –esta es sorprendente– que se abra un túnel para conectar la Via Augusta con el paseo de Gràcia y Rosselló.
En cuanto al transporte público, además de los efectos beneficiosos que se espera tenga la línea 9 –reducirá los viajes en vehículos privados en su área de influencia en un 5%– el tranvía aparece como elemento incuestionable en la reforma. Este sistema permitirá reducir la circulación al menos un 2,5%. Al autobús se le reserva un papel importante en la futura avenida. Hoy concentra el 22% de los viajes y se espera que no baje del 19%
