De EPC:
Atrapados en el túnel
• Un tren de Cercanías con cerca de 300 personas queda inmovilizado una hora a la salida de Sants
• Los pasajeros lograron desbloquear las puertas del vagón y salieron por sus propios medios
Las vías sufren cortes y retrasos cada 4 días desde septiembre
XABIER BARRENA
BARCELONA
La cadena de incidencias que sufre Cercanías desde hace más de dos meses trazó ayer un giro dramático. Entre 200 y 300 personas, según Renfe, se quedaron atrapadas durante más de una hora dentro del tren en la salida de la estación de Sants hacia plaza de Catalunya, justo en la entrada del túnel, después de que su convoy provocara una avería en el sistema de agujas. Según testimonios de los pasajeros, recogidos por TV-3, estos desbloquearon las puertas y recorrieron a pie los 300 metros que les separaban de la zona del andén autorizada a los usuarios.
La incidencia, ocurrida a las 12.45 horas, causó retrasos de hasta media hora en todas las líneas de Cercanías --excepto la C-2-- y en los trenes de medio y largo recorrido, en especial las que transcurren por el túnel que une Sants con plaza de Catalunya. Cerca de una treintena de trenes, que fueron desviados por la estación del Passeig de Gràcia, se vieron afectados entre las 13 y 15 horas, momento en que se subsanó la incidencia. La normalización completa se produjo a las 18 horas.
La hora en que ocurrió el suceso, lejos de la hora punta, evitó que el tren estuviera abarrotado. El convoy, formado por dos vagones, tiene una capacidad de más de mil plazas. Según Renfe, en el tiempo que el tren estuvo detenido, en los vagones se mantuvo el funcionamiento de la luz y el aire acondicionado. Sin embargo, una de las pasajeras aseguró que permanecieron a oscuras y sin información, aunque sí con el sistema de climatización.
DISTINTAS VERSIONES
No es el único punto en que difieren ambas versiones. Fuentes de la operadora afirmaron ayer no tener "constancia" de que los usuarios hubieran salido por sus propios medios y señalaron que el protocolo de actuación en estos casos es bloquear las puertas, precisamente, para evitar que los pasajeros circulen por zonas no autorizadas y, además, peligrosas. Con todo, las mismas fuentes no descartan que, habida cuenta que la cola del segundo vagón estaba aún en las estribaciones de la zona de andenes, aunque lejos de la zona autorizada, alguien hubiera desbloqueado las puertas desde dentro del vagón.
Según Renfe,.este segundo vagón fue remolcado hasta la zona central del andén mientras que el otro, tras una hora y media de espera y con el pasaje dentro, partió para su destino: Blanes-Maçanet.
Las demoras causadas por el suceso de Sants tuvieron además un añadido externo a Renfe, como fue la huelga convocada por el Semaf, el sindicato de maquinistas, en Valencia. Eso afectó a dos trenes de media distancia y a otros seis de larga distancia. Y si por la mañana la C-2 --habitual fuente de averías, sea en Sant Andreu Comtal, sea en Granollers, como pasó el pasado viernes-- se salvó de la quema, por la tarde vivió lo que la operador bautizó como "un incidente menor".
Una avería en las instalaciones, otra vez en Granollers, inutilizó una de las dos vías entre Montmeló y la capital del Vallès Oriental. Eso causó retrasos de 20 minutos en tres trenes, uno de ellos de media distancia que une Barcelona con Girona.
Poco antes de las tres de la tarde, el vestíbulo de Sants hervía de indignación. Los letreros luminosos indicaban los retrasos y los servicios de megafonía alertaban de la llegada y salida de trenes fuera de las vías habituales. Renfe dio por arreglada la avería a las 14.40 h aunque no fue hasta 20 minutos después que se anunció por los altavoces.
SERENA INDIGNACIÓN
Xavi López, un bibliotecario de 36 años que esperaba el tren para dirigirse a Manlleu, era la viva estampa de la indignación. "Que hagan tabla rasa porque esto no va" señaló a este diario cansado de que las averías de Renfe incidan de manera determinante en su vida cotidiana. "No es solo ir a trabajar, es cualquier cosa, ir al dentista, hacer unas gestiones", afirmó, eso sí, sin alzar ni por un momento la voz.