Durante el verano, la línea 6, como otras líneas de autobús de la ciudad, siguen el horario de verano. En época estival baja la demanda de viajeros y por ende, el número de expediciones. La frecuencia habitual de la línea se sitúa en torno a los 15 minutos (minuto arriba y minuto abajo) como se indica en las paradas de autobús.
Sobre las 19 horas sito a la cabecera de Dr. Ferran, espero a que llegue el bus; no he tenido buena suerte y el anterior se me ha escapado. A los 5 minutos llega el que será mi medio de transporte a Poblenou. No hay que olvidarse de la tranquilidad de la línea en periodo estival, por este motivo, en la espera otros viajeros y yo, pudimos ver pasar: 2 buses de la 74, 2 buses de la 16 y 1 híbrido de la 34; mientras, el conductor tuvo tiempo de realizar 2 conferencias, ir al aseo portátil, saludar a los conductores de la 16, mirar que todos los elementos fijos del bus estuvieran como antes de levantarse del asiento y poner en marcha el autobús; eso sí, todo dentro del horario establecido.
El bus se pone en marcha, llega a Maria Cristina / Pedralbes Center y a mi sorpresa, empieza a subir un tropel de gente. ¡Qué raro¡, qué suba tanta gente (y no eran turistas, ni familias numerosas) si en principio baja el pasaje en esta época (versión TMB). Entonces pensé, ya está, como pasa muchas veces en la Diagonal, esperas 10 minutos sin ver pasar un autobús y de repente te encuentras el 7,67,78,6,33,34 de golpe (cosas que pasan en TMB
). Efectivamente el 6 iba delante del 33 y del 34.... pues toda la gente se subía al 6. Pasada la parada de Diagonal/Numancia, y viendo que el autobús empezaba a cargarse de viajeros, el conductor, avispado, le hizo un gesto al conductor del autobús que venía detrás y acto seguido, el 3460 de la 33 se puso en cabeza. Pensé entonces, problema solucionado.... pues no. Conclusión a la altura de Diagonal/Balmes, el conductor podría perfectamente haber dado la señal de bus lleno porque efectivamente el bus se encontraba pleno de gente; mientras en los buses turísticos de TMB y de Julià y compañía, la gente iba tan feliz sentada con la melena al viento.
Volviendo a las sardinas en lata, la mayoría de los viajeros se apearon a partir del giro de la calle Marina, además al ir detrás del 33 el bus de la 6 perdía tiempo, por ende la espera de 15 minutos se iba incrementando, a esto hay que sumarle "la operación salida" que se monta en Gran Vía a esa hora y que dificulta la movilidad del bus hasta que consigue entrar al carril bus.
Me he dado cuenta que con el paso del tiempo, Poblenou ha incrementado su aportación de viajeros a la 6. Empero la frecuencia de autobús sigue siendo la misma que hace 6 años, lo cual produce una mayor concentración de personas dentro de los buses. No sé como será el futuro del autobús en Barcelona, pero en este momento, la línea 6 necesita mejorar su frecuencia y ampliar su recorrido hacia la zona donde en su día estaba Can Girona para cubrir el aumento de población. Si esto se hace alguna vez, se daría la anécdota de unir patrono con la antigua factoría, aunque este nexo esté sólo en el recuerdo de quienes conocieron o aprendieron de la Historia de Barcelona.