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En part se'n parla al fil sobre la futura unió de tramvies, però obro aquest per a parlar de l'aspecte exclusivament de l'autobús.

La reforma de la barcelonina Av. Diagonal entre Francesc Macià i Pg. de Gràcia està sent un monumental nyap, pel que fa a la disposició de les parades d'autobús. Per a les persones que s'esperen, ha quedat una franja estreta entre dues calçades, mal separada per unes baranes estantisses (sense cap mena de protecció per a nens) i, a sobre, impedida pels arbres i els seus corresponents escocells. A més, PMR, persones amb carrets i cotxets de nens, etc. no tenen ni per on passar.

On és el compliment de la normativa, pel qual s'estan adaptant totes les estacions ferroviàries (amb més o menys retard)? És més, on és el seny més elemental per a veure que allò i res és el mateix?

Ho diré encara més clar: qui ha fet (encarregat/signat/planificat) això, és un perfecte incompetent, un enemic a mort del transport públic (o de la gent "ordinària") o les dues coses alhora.

Guigui wrote:En part se'n parla al fil sobre la futura unió de tramvies, però obro aquest per a parlar de l'aspecte exclusivament de l'autobús.

La reforma de la barcelonina Av. Diagonal entre Francesc Macià i Pg. de Gràcia està sent un monumental nyap, pel que fa a la disposició de les parades d'autobús. Per a les persones que s'esperen, ha quedat una franja estreta entre dues calçades, mal separada per unes baranes estantisses (sense cap mena de protecció per a nens) i, a sobre, impedida pels arbres i els seus corresponents escocells. A més, PMR, persones amb carrets i cotxets de nens, etc. no tenen ni per on passar.

On és el compliment de la normativa, pel qual s'estan adaptant totes les estacions ferroviàries (amb més o menys retard)? És més, on és el seny més elemental per a veure que allò i res és el mateix?

Ho diré encara més clar: qui ha fet (encarregat/signat/planificat) això, és un perfecte incompetent, un enemic a mort del transport públic (o de la gent "ordinària") o les dues coses alhora.

Guigui, no seas ingénuo. Es bien sabido que esa reforma se ha hecho considerando únicamente dos aspectos: Primero, los comerciantes, y segundo, los coches. Para los comerciantes se han ampliado las aceras laterales, así la gente podrá mirar escaparates y se pueden poner terrazas. Y para los coches se han mantenido los cuatro carriles del tronco central, sin siquiera ampliar el carril bus, y se les han puesto giros a la derecha desde el carril bus para compensar la pérdida de un carril lateral. Y los que han sido responsables de esa reforma todos sabemos que son enemigos a muerte del transporte público, se llaman Xavier Trias, Alberto Fernández Díaz y Marta Canut.

Pero yo no sé de que nos sorprendemos. Nos las damos de Europeos, pero, crisis y todo, la mayoría de gente consideran lo más normal del mundo ir en coche a todas partes, tal vez no en desplazamientos internos en Barcelona (esto es la excepción), pero sí en trayectos que salgan de la ciudad, y en cambio ahí se percibe el transporte público como algo para la gente pobre, o directamente no se percibe y nos comportamos como si necesitaramos ese coche.

La mejor solución para el bus yo creo que es la misma del tranvía, trazar el carril por el centro de la avenida, de forma que los dos carriles de circulación quedan a los lados, y pueden apear a gente o descargar sin estorbar al transporte público.

El problema que veo a nivel social es que somos un pueblo que cuando hay un problema se da media vuelta y se resigna, y no intenta resolverlo. Por tanto, cuanto peor vaya el transporte público, en lugar de que la gente pidan su mejora, más personas se pasarán al coche y la moto, y pedirán que se hagan más calles para poder circular mejor.

La nueva tendencia del Ayuntamiento de Barcelona, abrace un árbol antes de subir o después de bajar del autobús. Esta camaña consiste en acercar la naturaleza que crece despreocupada y con una actitud arrogante hacia nuestros queridos políticos locales, convertidos en los nuevos faraones de la baldosa. Su afán por cambiar todas las baldosas de Barna llega a extremos tales que se ha declarado la guerra al asfalto. Los primeros en caer, fueron los dos bulevares de la Diagonal, con su rancio alquitrán que con sus poderes influyentes jedi, conseguían mantener para si a los millones o trillones (segun el diario que se lea) de consumidores que no se acercaban a los templos o catedrales del consumo. No intenten buscar una humilde capilla del comercio tradicional en la Diagonal, y no pierdan mucho tiempo con recuerdos, pues con el tiempo se perdió cualquier señal de comercio popular. Ahora, abundan títulos conocidos, sucursales, filiales, franquicias, agencias... dependientes de una matrices que solo entienden una cultura popular, la del dinero de los ciudadanos.
En este contexto, los faraones, tenían un problema, demasiado espacio dedicado al transporte público. No se concebía en sus mentes tanta parada de autobús, y aun peor, que sus usuarios disfrutasen de esos jardines eliseos que eran los bulevares. Habia que atajar esta cuestión. Lo primero fue inventar la nova xarxa bus, una combinacion de letras y números que hacian mas ininteligible el galimatias de buses de la ATM. También se incluía un ajuste de paradas, a costa de incrementar la distancia entre las mismas. La Diagonal no iba a ser menos y de la noche a la mamañana, desaparecieron cuatro paradas. Bye, bye hasta otro ratito. Lo segundo que vino fue, cambiar la estructura de las paradas sobrevivientes, adaptadas para lucir nuestras melenas o frentes peladas, al viento del norte,y acompañadas de unos maravillosos árboles anillados en años, protagonistas de la campaña, abraza nuestros árboles al subir o al bajar del autobús. Del éxito e vivir una experiencia con la naturaleza, pronto se advirtió que habia que ampliar la campaña a mas grupos sociales, así vinieron eslóganes como los invidentes y los árboles un encuentro inesperado o, si tu silla de ruedas cabe, es que hemos hecho el pasillo de la parada de autobús demasiado amplio.
Conclusión, en este relato quiero dejar claro que sobran más faraones y menos árboles.

La reforma ha resultado ser un completo desastre, tal y como todos los que tenían dos dedos de frente previeron.

Aún y así, yo no le veo tan difícil solución a la cosa: Primero pasamos todo el transporte público al centro de la avenida, con el tranvía obviamente y reordenamos el bus para que no pasen tantas líneas por la Diagonal. Así el carril bus deja de estar en el lado de la calzada y los dos carriles que quedan sirven para el tránsito local, y permiten giros a la derecha, apear a gente o acceder a carga y descarga. El carril lateral desaparece y se amplía la acera, el carril bici queda sobre la acera.

Tot i ser un diari satíric: http://benegre.cat/2015/03/10/taxistes- ... -diagonal/

Taxistes i conductors d’autobús pagaran una estàtua de marbre a Trias per agrair-li la nova Diagonal
L’estàtua exhibirà el batlle penjant dels ous “com una metàfora” i podria anar enmig de l’avinguda “perquè ja no ve d’aquí”.