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LA NUEVA VIDA TRAS UN SINIESTRO EN LA CARRETERA

Sexo después del coma

• Víctimas de accidente piden a los médicos que traten la sexualidad como parte de la terapia


MONTSE MARTÍNEZ
BARCELONA

Casi todas las manos se alzaron. Porque casi todos se quedaron sin pareja cuando, tras un accidente de tráfico, despertaron de un coma de meses sin casi reconocerse. Unos tardaron más --"mi novia estuvo mucho tiempo al pie del cañón pese a que no la conocía", explica Xavi, de 36 años-- y otros menos --"el chico con el que salía ni apareció por el hospital cuando me desperté", añade Rosa, también de 36--. Pero, salvo excepciones, los especialistas saben que este es el final más habitual.
Personas sexualmente activas antes del accidente, muchas de ellas con edades comprendidas entre los 20 y los 45 años, se despiertan sin mover buena parte de su cuerpo y, en ocasiones, con graves problemas de comunicación. Tienen entonces a su disposición traumatólogos, neurólogos y logopedas, entre un amplio elenco de especialistas.
Pero muchos coinciden en destacar que nadie se interesa por su sexualidad, mientras ellos se torturan a preguntas que tampoco osan hacer. Los afectados piden a profesionales de salud que abordan su recuperación orientaciones claras en este ámbito.

Esta temática centró el último encuentro semanal de víctimas de accidente de tráfico que se celebra en la Associació Catalana de Traumàtics Craneoencefàlics (TRACE), situada en el barrio de Sants de Barcelona. La asociación prepara encuentros y actividades orientadas a abordar esta olvidada vertiente de la recuperación. "Sobre todo, pretendemos concienciar a los padres que esos hijos que ahora dependen de ellos tiene necesidades sexuales", explica Rosa Sanvicens, de 36 años, que fue embestida por un coche que se saltó un stop mientras hacía ciclismo en la carretera de la Arrabassada cuando tenía 18. Ahora Rosa juega un importante papel en la asociación.

Porque si el tema preocupa a los propios accidentados, los padres no van a la zaga. Lo confirmaba Miriam, la psicóloga de la asociación, que, en ocasiones, ha recibido a madres consternadas cuando, al asear a su hijo incapacitado, han visto cómo le provocaban una erección.

"Las familias más abiertas visitan a profesionales del sexo", explica la psicóloga que, a renglón seguido, reconoce que no es lo habitual.

Dudas

Fue Rosa la que rompió el hielo. "Cuando me desperté del coma me hacía siempre una pregunta", empezó a relatar para repetirla en voz alta: "¿Funcionaré?"-. De la decena de médicos que la trataron hace ahora 18 años, ninguno se preocupó por esta faceta. Tras casarse con su terapeuta es madre de dos hijos.

El caso de Urko, de 28 años, que sufrió un grave accidente hace dos, demuestra que las cosas, aunque quede camino por recorrer, han cambiado en este sentido. "Los profesionales que me trataron en la Fundación Guttmann sí me preguntaron sobre la situación de mi sexualidad", explica este joven al que, mientras iba en moto, se lo llevaron por delante en la calle Aragó.

Es la excepción en un grupo de casi 15 personas que coinciden en que ligar se convierte en una odisea cuando vas en silla de ruedas y prácticamente no se te entiende cuando hablas. Pero no es imposible.
Si no que se lo pregunten a Jaume, de 40 años, que se cayó por un barranco hace nueve dormido al volante tras una noche de fiesta.