A Barcelona li manca metro a 15 barris
Posted: Wednesday 02/05/2007 12:59
De EPC:
Barcelona tiene todavía 15 barrios a los que no llega el servicio de metro
6 de los 10 distritos mantienen zonas sin cobertura a la espera de que acaben los proyectos previstos
• Las reivindicaciones de los afectados contrastan con la oposición al paso del AVE por el centro.
ALBERT OLLÉS
BARCELONA
El metro va en Barcelona, como la suerte, por barrios. En pleno siglo XXI, y en una ciudad que se jacta de representar el paradigma de la modernidad, 15 de los 73 barrios de la ciudad (una quinta parte) no tienen todavía conexión con el servicio de metro ni con los dos operadores ferroviarios, Renfe y los Ferrocarrils de la Generalitat (FGC).
El déficit de transporte público afecta a seis de los 10 distritos de la ciudad, que mantienen zonas oscuras sin cobertura a la espera de que concluyan los proyectos de mejora de infraestructuras de la Generalitat. Estos se concretan en la ampliación de las líneas 5, 3 y 2 y en la entrada progresiva en servicio de la L-9.
El alcalde Jordi Hereu ha reconocido en los últimos días que este problema es prioritario para el próximo mandato, en el caso de que las urnas le mantengan en el cargo, junto a las conexiones de acceso a la ciudad desde el área metropolitana, con la red de Cercanías de Renfe como principal motor de cambio.
REIVINDICACIONES VECINALES
Este último tema ha ganado protagonismo mediático y político en los últimos meses a causa de los numerosos fallos en el servicio provocados por la combinación de las obras del AVE y el mal estado de la red. Por el contrario, el déficit de metro en la ciudad es menos mediático, aunque los vecinos afectados llevan años reivindicando poder acceder a la red.
Esas demandas contrastan con la de otros barceloneses del Eixample, donde se concentra la mejor oferta de transporte público, que se oponen a la construcción del túnel subterráneo por el que el AVE cruzará el centro de la ciudad para conectar la estación de Sants con la futura terminal de la Sagrera.
Según las previsiones del alcalde, Barcelona contará en el próximo mandato "como mínimo" con 20 nuevas estaciones del suburbano y 16 kilómetros más de vías. Este cálculo incluye los dos únicos tramos de la L-9 que están en ejecución, en los dos extremos de la línea, ambos fuera del termino municipal de la ciudad (en Badalona y Santa Coloma, especialmente). Solo un barrio de Barcelona, el del Bon Pastor (Sant Andreu), en la frontera con el Besòs, se beneficiará en los próximos cuatro años de la nueva línea que, en un futuro aún por concretar, cruzará toda la ciudad de norte a sur.
Sin contar con estos tramos, la suma de Hereu se reduce a la inauguración en otoño del 2008 de la prolongación de la L-3 en Nou Barris (1,8 kilómetros de vías y dos nuevas paradas) y la de la L-5 hacia Vall d'Hebron (2,5 kilómetros y tres estaciones). El primer proyecto solucionará los problemas de comunicación de los dos únicos barrios del distrito donde todavía no llega el metro, Roquetes y Can Peguera.
EL EFECTO DEL CARMEL
El segundo, que a causa de la crisis del Carmel ha significado un antes y un después en la obra pública y ha provocado una notable psicosis ciudadana, paliará los problemas que viven cinco barrios del distrito de Horta-Guinardó, el que acumula más zonas sin cobertura. Estos son los de Carmel, La Teixonera, La Clota, Can Baró y La Font d'en Fargues. En el extremo norte de este distrito, por encima de la Ronda de Dalt y entrando ya en Collserola, hay un sexto barrio sin transporte público ferroviario, Sant Genís dels Agudells, en el que no hay previsto ningún proyecto.
El nuevo tramo final de la L-5, que conectará en la parada de Vall d'Hebron con la L-3, dará servicio también a los dos únicos barrios del distrito de Gràcia sin conexión directa actual, El Coll y la Salut.
LA CONEXIÓN DE MONTJUÏC
El otro punto negro de la ciudad tiene a la montaña de Montjuïc como centro geográfico y se extiende a la Zona Franca. La Generalitat tiene previstos dos proyectos en la zona. El que tiene visos de entrar antes en servicio, aunque aún no hay fecha, es el de los dos ramales de la L-9 que llevaran el metro al barrio de la Marina de Port (que incluye vecindarios como Can Tunis, Can Clos, el Polvorín, Plus Ultra o Estrellas Altas, entre otras) y al nuevo barrio de La Marina del Prat Vermell. En este, que empezará a construirse este año, está previsto que se instalen 30.000 vecinos.
El segundo plan, que se está elaborando, paliará un déficit histórico: la conexión del parque de Montjuïc con la ciudad, mediante la prolongación de la L-2 entre el Poble Sec y la Fira 2, cruzando la montaña.
Ferrocarrils paliará el caso singular de la zona de Pedralbes
Pedralbes, en el distrito de Les Corts, es un caso excepcional. No tiene ninguna conexión ferroviaria en su interior (las paradas más cercanas están en la Diagonal) pero tampoco existen demandas vecinales conocidas. La peculiar idiosincrasia social de este espacio podría explicar una situación que, en un futuro todavía por concretar, tiene visos de cambio. La Generalitat planea una prolongación de la L-6 de los FGC desde la parada de Reina Elisenda al hospital de Sant Joan de Déu, que cruzará por el centro del barrio.
Barcelona tiene todavía 15 barrios a los que no llega el servicio de metro
6 de los 10 distritos mantienen zonas sin cobertura a la espera de que acaben los proyectos previstos
• Las reivindicaciones de los afectados contrastan con la oposición al paso del AVE por el centro.
ALBERT OLLÉS
BARCELONA
El metro va en Barcelona, como la suerte, por barrios. En pleno siglo XXI, y en una ciudad que se jacta de representar el paradigma de la modernidad, 15 de los 73 barrios de la ciudad (una quinta parte) no tienen todavía conexión con el servicio de metro ni con los dos operadores ferroviarios, Renfe y los Ferrocarrils de la Generalitat (FGC).
El déficit de transporte público afecta a seis de los 10 distritos de la ciudad, que mantienen zonas oscuras sin cobertura a la espera de que concluyan los proyectos de mejora de infraestructuras de la Generalitat. Estos se concretan en la ampliación de las líneas 5, 3 y 2 y en la entrada progresiva en servicio de la L-9.
El alcalde Jordi Hereu ha reconocido en los últimos días que este problema es prioritario para el próximo mandato, en el caso de que las urnas le mantengan en el cargo, junto a las conexiones de acceso a la ciudad desde el área metropolitana, con la red de Cercanías de Renfe como principal motor de cambio.
REIVINDICACIONES VECINALES
Este último tema ha ganado protagonismo mediático y político en los últimos meses a causa de los numerosos fallos en el servicio provocados por la combinación de las obras del AVE y el mal estado de la red. Por el contrario, el déficit de metro en la ciudad es menos mediático, aunque los vecinos afectados llevan años reivindicando poder acceder a la red.
Esas demandas contrastan con la de otros barceloneses del Eixample, donde se concentra la mejor oferta de transporte público, que se oponen a la construcción del túnel subterráneo por el que el AVE cruzará el centro de la ciudad para conectar la estación de Sants con la futura terminal de la Sagrera.
Según las previsiones del alcalde, Barcelona contará en el próximo mandato "como mínimo" con 20 nuevas estaciones del suburbano y 16 kilómetros más de vías. Este cálculo incluye los dos únicos tramos de la L-9 que están en ejecución, en los dos extremos de la línea, ambos fuera del termino municipal de la ciudad (en Badalona y Santa Coloma, especialmente). Solo un barrio de Barcelona, el del Bon Pastor (Sant Andreu), en la frontera con el Besòs, se beneficiará en los próximos cuatro años de la nueva línea que, en un futuro aún por concretar, cruzará toda la ciudad de norte a sur.
Sin contar con estos tramos, la suma de Hereu se reduce a la inauguración en otoño del 2008 de la prolongación de la L-3 en Nou Barris (1,8 kilómetros de vías y dos nuevas paradas) y la de la L-5 hacia Vall d'Hebron (2,5 kilómetros y tres estaciones). El primer proyecto solucionará los problemas de comunicación de los dos únicos barrios del distrito donde todavía no llega el metro, Roquetes y Can Peguera.
EL EFECTO DEL CARMEL
El segundo, que a causa de la crisis del Carmel ha significado un antes y un después en la obra pública y ha provocado una notable psicosis ciudadana, paliará los problemas que viven cinco barrios del distrito de Horta-Guinardó, el que acumula más zonas sin cobertura. Estos son los de Carmel, La Teixonera, La Clota, Can Baró y La Font d'en Fargues. En el extremo norte de este distrito, por encima de la Ronda de Dalt y entrando ya en Collserola, hay un sexto barrio sin transporte público ferroviario, Sant Genís dels Agudells, en el que no hay previsto ningún proyecto.
El nuevo tramo final de la L-5, que conectará en la parada de Vall d'Hebron con la L-3, dará servicio también a los dos únicos barrios del distrito de Gràcia sin conexión directa actual, El Coll y la Salut.
LA CONEXIÓN DE MONTJUÏC
El otro punto negro de la ciudad tiene a la montaña de Montjuïc como centro geográfico y se extiende a la Zona Franca. La Generalitat tiene previstos dos proyectos en la zona. El que tiene visos de entrar antes en servicio, aunque aún no hay fecha, es el de los dos ramales de la L-9 que llevaran el metro al barrio de la Marina de Port (que incluye vecindarios como Can Tunis, Can Clos, el Polvorín, Plus Ultra o Estrellas Altas, entre otras) y al nuevo barrio de La Marina del Prat Vermell. En este, que empezará a construirse este año, está previsto que se instalen 30.000 vecinos.
El segundo plan, que se está elaborando, paliará un déficit histórico: la conexión del parque de Montjuïc con la ciudad, mediante la prolongación de la L-2 entre el Poble Sec y la Fira 2, cruzando la montaña.
Ferrocarrils paliará el caso singular de la zona de Pedralbes
Pedralbes, en el distrito de Les Corts, es un caso excepcional. No tiene ninguna conexión ferroviaria en su interior (las paradas más cercanas están en la Diagonal) pero tampoco existen demandas vecinales conocidas. La peculiar idiosincrasia social de este espacio podría explicar una situación que, en un futuro todavía por concretar, tiene visos de cambio. La Generalitat planea una prolongación de la L-6 de los FGC desde la parada de Reina Elisenda al hospital de Sant Joan de Déu, que cruzará por el centro del barrio.