Un interessant article de L.V., a on es parla de l'estat actual del
subway de NY:
Hasta Jarvis Cocker se asquea en el subway de Nueva York
Andy Robinson | 19/07/2007 - 12:54 horas
Jarvis Cocker, cantante del grupo británico Pulp encontró en Mile End, el barrio obrero del este de Londres lugares "que huelen a muerto", calles que "apestan a pescado podrido" y sitios "de los mas bajos a los que puede llegar un ser humano", materia de su canción mas famosa. Pero ya sabe que la linea subterranea de tren (tube) londinense, hasta la estación de Mile End, es un modelo de higiene, modernidad y mantenimiento comparado con el metro neoyorquino.
De gira por Estados Unidos en junio, dijo perplejo desde el escenario: "Os queria contar algo. Estuve esperando un tren la otra noche en el subway, llovía fuera y cayeron chorros de agua sorbe mi cabeza". El público se encogió los hombros. Pero si Jarvis se asombra de la sordidez del subway neoyorquino pasa algo grave. Ni en las peores estaciones del underground londinense se puede ver cataratas subterráneas.
Los metros de París, Berlín, Madrid, Ciudad de México son símbolos relucientes de la ciudad moderna. Pero en Nueva York, la ciudad con más billonarios del mundo, en un momento de creación de riqueza privada sin precedentes desde los años veinte, la prosperidad privada y sordidez pública que comentó JK Galbraith sigue desafiando la credulidad en la red subterránea.
En una ciudad que bate todos los récords de recaudación tributaria tras el boom explosivo de Wall Street no se gasta nada en infrastructrua del metro. Y eso que el alcalde Michael Bloomberg viaja cada día en el subway.
Es difícil evitar algún encuentro íntimo con una rata (rattus norvegicus) si viajas en el metro sobre todo de noche y yo he visto escenas dignas de Tom and Jerry en la que mujeres se han saltado por encima de los bancos en los andenes gritando mientras las ratas pasan por debajo.
Las obras en la line V en la parada del 53 obligan al pasajero a pasar por un tramo estrecho del anden junto a las vías que recuerda una escena de la película de heroísmo alpinista Into the void.
Los trenes hace un ruido infernal comparado con los vagones silenciosos parisinos y muchas estaciones no tienen escaleras automáticas para salir del anden. En verano suben las temperaturas los 40 grados en los andenes del metro y Jarvis reconocería los olores a cadáver y pescado aunque el aire acondicionado en los vagones suele ser de temperaturas de camiones refrigerados. Uno de los motivos por los que la propuesta de cobrar un peaje a quienes entran en la ciudad en automóvil proyecto de Bloomberg acaba de chocar contra la oposición de la ciudadanía es que la idea de coger el metro todos los días hace temer por la salud.
Nueva York se ha pacificado (y la URSS ha desparecido) desde que Felipe González hizo aquel elogio de doble filo al capitalismo estadounidense –"prefiero ser atracado en el metro de Nueva York que vivir en Moscú". Los tiempos han cambiado.
Aunque las estaciones están en muy mal estado ya no hay graffiti en los trenes y solo se ve el graffiti art en las exposiciones patrocinadas por la MTA, o en alguna galería donde un "tag" de Basquiat se venderá por un millón de dólares. Y los atracos son excepcionales. El llamado "vigilante del subway" Bernie Goetz que disparó contra cinco presuntos atracadores tras subir el metro en Manhattan en 1984, e inspiro una serie de películas de Charles Bronson, ya es activista vegetariano.
Ahora en la era post 11-S otro miedo ha sustituido al terror del atraco, y la multinacional de armas Lockheed Martin acaba de instalar 1.000 cámaras de video y 3.000 sesnores en 277 estaciones para tratar de detectar a sospechosos de terrorismo. Mientras tanto, las ratas corren libremente.
Pero, pese a todo esto, el subway de Nueva York creado en 1932 que transporta a 4,5 millones de pasajeros cada dia, - tiene una gran virtud. Sus 25 líneas no se cierran jamás. Nueva York es la única ciudad del mundo en la que el metro esta operativo 24-7, siete días a la semana, 24 horas al día. Esto pese a que los pasajeros que utilicen el metro entre la una y las cinco de la madruga son muy escasos.
La paradoja de una red de metro tan necesitada de inversiones infraestructurales que se inunda cada vez que llueve pero que ofrece un servicio para un puñado de pasajeros de madrugada se explica por las enormes dimensiones de la red.
Con 1.000 kilómetros de vías (muchas duplicadas debido a las vías locales y directas) y 469 estaciones –por los que pasan 2.700 millones de pasajeros al año- el subway de Nueva York es como un gran buque petrolero; demasiado grande para ser parado.
Según explicó un portavoz de la Metropolitan Transport Authority, la empresa pública que gestiona la red subterránea, "costaría mas dinero pararlo que mantenerlo abierto (…) si lleváramos todos los trenes a la terminal cada noche tardaríamos tanto tiempo que tendríamos que empezar a devolverlos antes de terminar". 6.400 vagones circulan cada día en Nueva York frente a 4.000 vagones en Londres.
Nueva York tiene otra característica que facilita el horario 24-7; la vía adicional "express" para los trenes rápidos que ayuda las obras de reparación de vías. El pasajero que recorre trayectos largos puede utilizar combinaciones de trenes express rápidos con pocas paradas y trenes locales para recorrer largas distancias. Los trenes express corren por una vía en medio de los demás y durante la noche y los fines de semana suele estar cerrado lo que facilita mucho las obras de mantenimiento. Generalmente hay tres o cuatro vías por tanto se pueden desviar trenes por otra vía mientras se arreglan vías o señales. Sin embargo, como bien saben pasajeros de Brooklyn que han salido de noche por manhattan, las interminables obras en la vía local los fines de semana pueden quebrar el espirito hasta del defensor acérrimo del metro.