17 km de túnels sota edificis a BCN
Posted: Sunday 22/07/2007 23:26
De EPC:
La red ferroviaria de BCN tiene 17 km de túneles construidos bajo edificios
1. • En el subsuelo hay 106 kilómetros de líneas de tren, entre metro, FGC y Renfe, y 1.600 de cloacas
2. • La mayoría de excavaciones bajo casas están en las zonas antiguas de Horta, Sant Andreu y Sants
RAMON COMORERA
BARCELONA
El subsuelo de Barcelona es un auténtico gruyer, como corresponde a una gran ciudad moderna. Aunque todavía está lejos de serlo tanto como algunas otras metrópolis por el déficit de infraestructuras que acumula en los últimos decenios. En total hay 106 kilómetros de túneles ferroviarios, entre metro (86), FGC (10) y Renfe (10), de ellos 17 excavados incluso bajo edificios, un trazado que ahora las administraciones intentan evitar a toda costa, como en el caso del AVE. Además, según datos municipales, existe otra red de 1.600 kilómetros de colectores, algunos de ellos de iguales o mayores dimensiones que una galería ferroviaria.
Ante la magnitud de estas cifras, la polémica y la desconfianza por la seguridad de las obras de los 5,6 kilómetros del futuro túnel del AVE que unirá las estaciones de Sants y Sagrera por las calles de Provença, Diagonal y Mallorca parece pequeña, según los técnicos responsables de las grandes obras públicas.
Entre los expertos que se han pronunciado en las últimas semanas sobre el proyecto de la alta velocidad, los colegios de ingenieros de caminos, arquitectos y geólogos, hay una coincidencia básica: no debe haber problemas si las cosas se hacen bien. También se afirma que la ausencia total de riesgo no existe, pero el desarrollo de las infraestructuras no puede paralizarse por un suceso como el del Carmel donde hubo errores concretos e identificados.
Barcelona puso en servicio el primer túnel ferroviario en 1924 con el Gran Metropolitano desde Catalunya a Lesseps (L-3). Dos años después se abrió el Metro Transversal entre Catalunya y Santa Eulàlia (L-1). La extensión de ambas líneas y el desarrollo de las nuevas L-4 y L-5 no se produjo hasta los años 60 y 70. El último estirón llegó en 1995 con la L-2.
TERRENO DIFÍCIL
Estas decenas de kilómetros bajo tierra se han hecho con técnicas diversas y en terrenos difíciles, como todos los que aguantan una ciudad costera encajada entre dos ríos (Llobregat y Besòs), dos zonas deltaicas y una sierra litoral (Collserola) que sitúan la capa freática (nivel subterráneo del agua) a pocos metros del suelo. Una situación que complica y encarece cualquier obra, como ha explicado a este diario el ingeniero de caminos Joan Baltà, pero que no ha sido obstáculo para el crecimiento de Barcelona en el último siglo.
Si la sociedad precisa y reclama más transporte público de alta capacidad esto supone más túneles y, en algunos casos, por razón de la mayor amplitud de las curvas ferroviarias, incluso excavaciones por debajo de edificios. La mayoría de los tramos en servicio del metro que discurren bajo casas se sitúan en los núcleos antiguos de Horta, Sant Andreu y Sants, añade Baltà. El último túnel construido por Renfe en Barcelona en 1979, para unir la plaza de Catalunya con la estación de Sants, es también uno de ellos.
Casi todas estas obras se han hecho con distintas variantes de la excavación en mina, desde la más primitiva a pico y pala hasta la más moderna con paraguas de barras de hormigón incrustadas en el subsuelo antes de excavar, sistema que se utiliza ahora en la L-5 en el Carmel. Con el uso de modernas tuneladoras en tramos largos, como el AVE en el Eixample o la L-9, la fiabilidad es muy alta, concluyen los expertos.
La red ferroviaria de BCN tiene 17 km de túneles construidos bajo edificios
1. • En el subsuelo hay 106 kilómetros de líneas de tren, entre metro, FGC y Renfe, y 1.600 de cloacas
2. • La mayoría de excavaciones bajo casas están en las zonas antiguas de Horta, Sant Andreu y Sants
RAMON COMORERA
BARCELONA
El subsuelo de Barcelona es un auténtico gruyer, como corresponde a una gran ciudad moderna. Aunque todavía está lejos de serlo tanto como algunas otras metrópolis por el déficit de infraestructuras que acumula en los últimos decenios. En total hay 106 kilómetros de túneles ferroviarios, entre metro (86), FGC (10) y Renfe (10), de ellos 17 excavados incluso bajo edificios, un trazado que ahora las administraciones intentan evitar a toda costa, como en el caso del AVE. Además, según datos municipales, existe otra red de 1.600 kilómetros de colectores, algunos de ellos de iguales o mayores dimensiones que una galería ferroviaria.
Ante la magnitud de estas cifras, la polémica y la desconfianza por la seguridad de las obras de los 5,6 kilómetros del futuro túnel del AVE que unirá las estaciones de Sants y Sagrera por las calles de Provença, Diagonal y Mallorca parece pequeña, según los técnicos responsables de las grandes obras públicas.
Entre los expertos que se han pronunciado en las últimas semanas sobre el proyecto de la alta velocidad, los colegios de ingenieros de caminos, arquitectos y geólogos, hay una coincidencia básica: no debe haber problemas si las cosas se hacen bien. También se afirma que la ausencia total de riesgo no existe, pero el desarrollo de las infraestructuras no puede paralizarse por un suceso como el del Carmel donde hubo errores concretos e identificados.
Barcelona puso en servicio el primer túnel ferroviario en 1924 con el Gran Metropolitano desde Catalunya a Lesseps (L-3). Dos años después se abrió el Metro Transversal entre Catalunya y Santa Eulàlia (L-1). La extensión de ambas líneas y el desarrollo de las nuevas L-4 y L-5 no se produjo hasta los años 60 y 70. El último estirón llegó en 1995 con la L-2.
TERRENO DIFÍCIL
Estas decenas de kilómetros bajo tierra se han hecho con técnicas diversas y en terrenos difíciles, como todos los que aguantan una ciudad costera encajada entre dos ríos (Llobregat y Besòs), dos zonas deltaicas y una sierra litoral (Collserola) que sitúan la capa freática (nivel subterráneo del agua) a pocos metros del suelo. Una situación que complica y encarece cualquier obra, como ha explicado a este diario el ingeniero de caminos Joan Baltà, pero que no ha sido obstáculo para el crecimiento de Barcelona en el último siglo.
Si la sociedad precisa y reclama más transporte público de alta capacidad esto supone más túneles y, en algunos casos, por razón de la mayor amplitud de las curvas ferroviarias, incluso excavaciones por debajo de edificios. La mayoría de los tramos en servicio del metro que discurren bajo casas se sitúan en los núcleos antiguos de Horta, Sant Andreu y Sants, añade Baltà. El último túnel construido por Renfe en Barcelona en 1979, para unir la plaza de Catalunya con la estación de Sants, es también uno de ellos.
Casi todas estas obras se han hecho con distintas variantes de la excavación en mina, desde la más primitiva a pico y pala hasta la más moderna con paraguas de barras de hormigón incrustadas en el subsuelo antes de excavar, sistema que se utiliza ahora en la L-5 en el Carmel. Con el uso de modernas tuneladoras en tramos largos, como el AVE en el Eixample o la L-9, la fiabilidad es muy alta, concluyen los expertos.