Museu de la Mobilitat (en fem fil oficial?)
Posted: Tuesday 25/04/2006 8:47
Hacia el Museu del Transport
JOSEP M. HUERTAS CLAVERIA - 25/04/2006
Si las cosas no se tuercen, dentro de pocos meses Barcelona tendrá por fin su Museu del Transport. José Antonio Patiño, ex jefe de prensa de Transports Municipals de Barcelona (TMB), es ahora el responsable de la Unidad de Patrimonio Histórico.
Entusiasta como siempre, Patiño cree que "el Museu de la Mobilitat valdrá la pena. No sólo habrá tranvías, trenes y metros, sino el archivo histórico de la casa. Colaboran con la idea la Generalitat y el Museu de la Ciència i de la Tècnica."
El lugar escogido es una nave de 1.800 metros cuadrados dentro del recinto de Coats & Fabra, la histórica empresa de Sant Andreu que adquirió el Ayuntamiento a Renta Corporación. La operación fue criticada. Renta Corporación la había comprado poco antes y hubo quien criticó la operación municipal porque costó más dinero a las arcas públicas. Jordi Hereu, concejal de Sant Andreu, lo niega y cree que conseguir un recinto de más de tres hectáreas en el centro del barrio valía la pena. Aún habrá actividad laboral en la Coats& Fabra durante tres años, pero la nave del futuro museo está ya disponible.
Una parte del material que se mostrará proviene del museo al aire libre de La Pobla de Lillet que dirigía Carles Salmerón, que acabó por naufragar, y que se nutrió en su día de vehículos procedentes del transporte barcelonés.
Carme Segura, encargada por Jordi Hereu de definir el proyecto junto con TMB, visitó La Pobla y se quedó desanimada. "Daba pena, qué dejadez, pero hay que ponerse a trabajar y hemos empezado a traer los tranvías, que incluyen uno de 1924, tres jardineras, dos Washington, un antiguo 58... Patiño, más optimista, cree que hay buen material y que se reparará el que esté en mal estado. En un almacén del metro disponen de un tren de la serie 100 y cuentan también con un tranvía de caballos.
En una web de TMB se puede leer un alegato autocrítico: "Barcelona olvida su pasado mientras éste se pudre a 200 kilómetros de distancia." No eran tantos los kilómetros, pero la descripción es bastante correcta. Para remachar el clavo mostraban imágenes de vehículos abandonados al aire libre.
La idea del Museu del Transport surgió hace años, cuando Mercè Sala era presidenta de TMB, pero la rechazó con un argumento de peso. No se podía invertir dinero en esa vertiente patrimonial mientras la compañía perdía dinero año tras año. Alguien le argumentó que las empresas municipales de transporte pierden dinero alrededor del mundo, pero Sala era impermeable a cualquier objeción.
"Ahora las cosas son distintas", argumenta Patiño, que ya estaba en tiempos de Mercè Sala. Jordi Hereu apoya decididamente la idea porque es consciente de que adquirir edificios históricos y no darles un uso concreto es abocarlos al peligro de convertirse en una ruina en poco tiempo.
Busca además otros usos para el resto de las naves de Coats & Fabra. "Alguna podría ser una escuela o un instituto, pero para otras ideas hay que buscar a más instituciones que se impliquen". Entretanto, la cuenta atrás para el Museu de la Mobilitat ha empezado.
JOSEP M. HUERTAS CLAVERIA - 25/04/2006
Si las cosas no se tuercen, dentro de pocos meses Barcelona tendrá por fin su Museu del Transport. José Antonio Patiño, ex jefe de prensa de Transports Municipals de Barcelona (TMB), es ahora el responsable de la Unidad de Patrimonio Histórico.
Entusiasta como siempre, Patiño cree que "el Museu de la Mobilitat valdrá la pena. No sólo habrá tranvías, trenes y metros, sino el archivo histórico de la casa. Colaboran con la idea la Generalitat y el Museu de la Ciència i de la Tècnica."
El lugar escogido es una nave de 1.800 metros cuadrados dentro del recinto de Coats & Fabra, la histórica empresa de Sant Andreu que adquirió el Ayuntamiento a Renta Corporación. La operación fue criticada. Renta Corporación la había comprado poco antes y hubo quien criticó la operación municipal porque costó más dinero a las arcas públicas. Jordi Hereu, concejal de Sant Andreu, lo niega y cree que conseguir un recinto de más de tres hectáreas en el centro del barrio valía la pena. Aún habrá actividad laboral en la Coats& Fabra durante tres años, pero la nave del futuro museo está ya disponible.
Una parte del material que se mostrará proviene del museo al aire libre de La Pobla de Lillet que dirigía Carles Salmerón, que acabó por naufragar, y que se nutrió en su día de vehículos procedentes del transporte barcelonés.
Carme Segura, encargada por Jordi Hereu de definir el proyecto junto con TMB, visitó La Pobla y se quedó desanimada. "Daba pena, qué dejadez, pero hay que ponerse a trabajar y hemos empezado a traer los tranvías, que incluyen uno de 1924, tres jardineras, dos Washington, un antiguo 58... Patiño, más optimista, cree que hay buen material y que se reparará el que esté en mal estado. En un almacén del metro disponen de un tren de la serie 100 y cuentan también con un tranvía de caballos.
En una web de TMB se puede leer un alegato autocrítico: "Barcelona olvida su pasado mientras éste se pudre a 200 kilómetros de distancia." No eran tantos los kilómetros, pero la descripción es bastante correcta. Para remachar el clavo mostraban imágenes de vehículos abandonados al aire libre.
La idea del Museu del Transport surgió hace años, cuando Mercè Sala era presidenta de TMB, pero la rechazó con un argumento de peso. No se podía invertir dinero en esa vertiente patrimonial mientras la compañía perdía dinero año tras año. Alguien le argumentó que las empresas municipales de transporte pierden dinero alrededor del mundo, pero Sala era impermeable a cualquier objeción.
"Ahora las cosas son distintas", argumenta Patiño, que ya estaba en tiempos de Mercè Sala. Jordi Hereu apoya decididamente la idea porque es consciente de que adquirir edificios históricos y no darles un uso concreto es abocarlos al peligro de convertirse en una ruina en poco tiempo.
Busca además otros usos para el resto de las naves de Coats & Fabra. "Alguna podría ser una escuela o un instituto, pero para otras ideas hay que buscar a más instituciones que se impliquen". Entretanto, la cuenta atrás para el Museu de la Mobilitat ha empezado.