Obres Arc de Triomf obliguen a tancar botiga de bicis
Posted: Tuesday 20/11/2007 10:11
De EPC:
La nueva estación de Arc de Triomf obliga a derribar un taller histórico
1. La Generalitat expropia el local de Bicicletes Castells, inaugurado en 1928
2. • La tienda ganó el año pasado un pleito al ayuntamiento, que también iba a cerrarla
ALBERT OLLÉS
BARCELONA
Los vecinos del Eixample, y del resto de Barcelona, que quieran despedirse de Bicicletes Castells, una histórica tienda fundada en 1928 frente al Arc de Triomf, tendrán que darse prisa. Los responsables del establecimiento, por el que han pasado cuatro generaciones de una misma familia, completaron ayer el traslado a otro local del barrio, en el número 39 de la calle de Girona, cerrando así varios años de litigios, primero con el ayuntamiento y luego con la Generalitat, para evitar su derribo.
El final no será feliz, y el tradicional comercio de reparación y venta de bicis, uno de los más antiguos de la ciudad, desaparecerá en breve para ampliar la estación de metro y Renfe ubicada bajo sus cimientos.
PUNTO DE ENCUENTRO
La larga historia de la tienda, ubicada en la avenida de Vilanova, a pocos metros del paseo de Lluís Companys, se inició un año antes de la Exposición Internacional de 1929, de la mano de Josep Castells, un gran aficionado a las dos ruedas. El taller, que ha conservado intacta su imagen, llegó a ser la sede de un equipo ciclista, el France-Espagne, y con el paso de los años se consolidó como punto de encuentro de aficionados y coleccionistas.
"Con motivo del traslado hemos encontrado piezas descatalogadas de un gran valor", explica Pau Foguet, bisnieto del fundador y actual continuador de la saga. Como en otros casos, el desarrollo urbanístico de la ciudad ha acabado jugando contra la tradición. El primer aviso llegó poco después de empezar el nuevo milenio, cuando se proyectó la construcción de un hotel de lujo --aún por edificar-- en el solar ubicado junto a la tienda, donde había estado otro establecimiento histórico, el Bar Jorge.
El ayuntamiento ideó un interior de isla junto al hotel, cuya entrada coincidía con el espacio donde está el comercio de bicis. Los propietarios del mismo se negaron a aceptar el derribo y presentaron un contencioso contra el proyecto municipal, que acabaron ganando el año pasado.
La alegría duró poco. La reforma de la cercana estación de Arc de Triomf, en fase ya de ejecución, ha puesto de nuevo en el punto de mira al comercio, al estar ubicado encima de una de las zonas de andenes y vestíbulos que se ampliará. También coincide con el lugar donde estará uno de los nueve ascensores de acceso proyectados para mejorar la deficiente accesibilidad de la terminal.
PERJUICIO ECONÓMICO
La expropiación forzosa ha sido esta vez inevitable y, pese a la correspondiente indemnización, los responsables del establecimiento denuncian, además del factor sentimental, el perjuicio económico. "Un cambio así es traumático para cualquier negocio. Hemos encontrado un local con una superficie similar unas calles más arriba, pero el precio del alquiler es cuatro veces más caro que el que pagábamos aquí", dice Foguet.
Una situación diferente a la del futuro hotel de cinco estrellas, de la empresa Hotusa, que se alzará sobre una losa que construirá la Generalitat encima de la estación para sostener el peso de la innovadora estructura de metal y cristal del edificio. Con el turismo no se juega.
La nueva estación de Arc de Triomf obliga a derribar un taller histórico
1. La Generalitat expropia el local de Bicicletes Castells, inaugurado en 1928
2. • La tienda ganó el año pasado un pleito al ayuntamiento, que también iba a cerrarla
ALBERT OLLÉS
BARCELONA
Los vecinos del Eixample, y del resto de Barcelona, que quieran despedirse de Bicicletes Castells, una histórica tienda fundada en 1928 frente al Arc de Triomf, tendrán que darse prisa. Los responsables del establecimiento, por el que han pasado cuatro generaciones de una misma familia, completaron ayer el traslado a otro local del barrio, en el número 39 de la calle de Girona, cerrando así varios años de litigios, primero con el ayuntamiento y luego con la Generalitat, para evitar su derribo.
El final no será feliz, y el tradicional comercio de reparación y venta de bicis, uno de los más antiguos de la ciudad, desaparecerá en breve para ampliar la estación de metro y Renfe ubicada bajo sus cimientos.
PUNTO DE ENCUENTRO
La larga historia de la tienda, ubicada en la avenida de Vilanova, a pocos metros del paseo de Lluís Companys, se inició un año antes de la Exposición Internacional de 1929, de la mano de Josep Castells, un gran aficionado a las dos ruedas. El taller, que ha conservado intacta su imagen, llegó a ser la sede de un equipo ciclista, el France-Espagne, y con el paso de los años se consolidó como punto de encuentro de aficionados y coleccionistas.
"Con motivo del traslado hemos encontrado piezas descatalogadas de un gran valor", explica Pau Foguet, bisnieto del fundador y actual continuador de la saga. Como en otros casos, el desarrollo urbanístico de la ciudad ha acabado jugando contra la tradición. El primer aviso llegó poco después de empezar el nuevo milenio, cuando se proyectó la construcción de un hotel de lujo --aún por edificar-- en el solar ubicado junto a la tienda, donde había estado otro establecimiento histórico, el Bar Jorge.
El ayuntamiento ideó un interior de isla junto al hotel, cuya entrada coincidía con el espacio donde está el comercio de bicis. Los propietarios del mismo se negaron a aceptar el derribo y presentaron un contencioso contra el proyecto municipal, que acabaron ganando el año pasado.
La alegría duró poco. La reforma de la cercana estación de Arc de Triomf, en fase ya de ejecución, ha puesto de nuevo en el punto de mira al comercio, al estar ubicado encima de una de las zonas de andenes y vestíbulos que se ampliará. También coincide con el lugar donde estará uno de los nueve ascensores de acceso proyectados para mejorar la deficiente accesibilidad de la terminal.
PERJUICIO ECONÓMICO
La expropiación forzosa ha sido esta vez inevitable y, pese a la correspondiente indemnización, los responsables del establecimiento denuncian, además del factor sentimental, el perjuicio económico. "Un cambio así es traumático para cualquier negocio. Hemos encontrado un local con una superficie similar unas calles más arriba, pero el precio del alquiler es cuatro veces más caro que el que pagábamos aquí", dice Foguet.
Una situación diferente a la del futuro hotel de cinco estrellas, de la empresa Hotusa, que se alzará sobre una losa que construirá la Generalitat encima de la estación para sostener el peso de la innovadora estructura de metal y cristal del edificio. Con el turismo no se juega.