Auxiliars de metro considerats obstacles
Posted: Sunday 06/07/2008 10:42
A La Vanguardia edició paper:
Fuera obstáculos
La Generalitat diseña un plan para eliminar construcciones a auxiliares del metro que emergen en las calles de Barcelona
LLUÍS PERMANYER - Barcelona
El conseller de Política Territorial i Obres Públiques de la Generalitat, Joaquim Nadal, ha decidido iniciar el proceso para eliminar de la superficie de Barcelona una serie de construcciones auxiliares del metro. Esta medida contribuirá de forma decisiva a mejorar el paisaje urbano de la ciudad, pues en ocasiones se encuentran estas situadas en puntos nobles desde el punto de vista urbanístico.
EL PROPÓSITO En otoño podría estar listo el proyecto para eliminar el medio centenar de rejas
EL ORIGEN Comenzaron a surgir con el desarrollo de la red de metro en la época de Porcioles
La dirección general del Transport Terrestre ya ha terminado la localización e inventario minucioso de todos los casos advertidos, que suman 52 (9 de la línea 1; 8 de la línea 2; 12 de la línea 3; 17 de la línea 4, y 6 de la línea 5). Se proyecta tener culminado para otoño un plan de actuación que permita comenzar a eliminar las citadas construcciones y adaptarlas a las rasantes existentes.
Se trata de una serie de volúmenes que en mayor o menor grado fueron instalados en la superficie y que constituyen la parte visible de pozos de ventilación auxiliar, cubiertos casi siempre por una reja, de las instalaciones subterráneas del Ferrocarril Metropolità de Barcelona.
El origen de estas instalaciones se remonta al mandato del alcalde Porcioles, etapa en la que la red de metro barcelonesa experimentó una ampliación muy considerable, pero en la que al propio tiempo se cuidaban muy poco ciertos aspectos que en aquel entonces eran considerados secundarios. La verdad es que esta práctica nada ejemplar persistió, a buen seguro tanto por inercia como por carencia de sensibilidad paisajística.
De ahí que a la hora de necesitar construir alrededor de las estaciones una serie de pozos de ventilación, los técnicos optaran en este caso por un estilo de proyecto y de ejecución que se caracterizaba casi siempre por la facilidad, la rapidez y el menor coste.
El problema en su día no lo constituía la evacuación del agua de lluvia que caía verticalmente, fácilmente canalizable, sino la de procedencia lateral, de arroyo. Esta es la razón por la que las entradas a las estaciones que aparecen orientadas hacia Collserola suelen disponer de un escalón, que les sirve para evitar que entre la citada agua de arroyo.
En vez de intentar resolver el problema mediante una solución rasante, es decir, al nivel del suelo, se prefirió la opción volumétrica, ni que fuera ostensible.
El resultado fue de una variedad sorprendente, que va desde simples elevaciones de un perímetro, que aproximadamente no levanta más de un palmo de la superficie, hasta verdaderas habitaciones que pueden llegar a alcanzar aproximadamente el metro y medio de altura. El muro de ladrillo a menudo suele aparecer revestido y este cubrimiento ha evolucionado según el gusto de la época.
Dentro de la variedad de actuaciones, hay pozos que llegan a ocupar hasta unos 24 metros cuadrados, sin contar, claro, la altura. Este tipo de construcción da en conjunto la apariencia de la caja de un camión, siempre cubierta por una reja. Pero los más reducidos acostumbran a tener la apariencia de la chimenea de una cocina militar, o así.
Con todo, no faltan las sorpresas, resultado de una cierta imaginación. Un buen ejemplo es el que aparece enclavado en la acera del chaflán de la Gran Via de les Corts Catalanes y la calle Vila-marí, en el que la ventilación, en vez de ser recibida, como es habitual, a través de la superficie, procede por las rejas que recubren los cuatro costados, lo que le concede la apariencia de una especie de gallinero.
Amén de haber ocupado un territorio que no es de su jurisdicción y de haber afeado el paisaje con esos volúmenes, el resultado se ha agravado a medida que discurre el tiempo a causa de un lógico proceso de degradación. Y conste que no sólo se trata sólo de pintadas.
Así pues, desaparecerán del paisaje urbano unos pozos de ventilación que durante decenios han emergido en lugares tan destacados como las aceras del paseo de Gràcia, la Gran Via de les Corts Catalanes, la avenida Diagonal o no pocos chaflanes relevantes del Eixample.
Por cierto, olvidaron incluir en el inventario un pozo del modelo cocina militar,semejante a los que aparecen en las estaciones de Sant Andreu (línea 1) o de La Pau (línea 2): en la plaza Urquinaona, cabe el quiosco y a pocos metros de la entrada a la estación. Es un pozo también ridículo y emerge en un punto vistoso y muy céntrico.
Y también falta un gran paralelepípedo sito en el centro de la plaza Catalunya, que pasa algo inadvertido por estar dentro de dos parterres próximos a El Corte Inglés.
VARIEDAD DE MODELOS Hay elevaciones de apenas un palmo y 'habitaciones' de hasta 1,50 m de altura.
Fuera obstáculos
La Generalitat diseña un plan para eliminar construcciones a auxiliares del metro que emergen en las calles de Barcelona
LLUÍS PERMANYER - Barcelona
El conseller de Política Territorial i Obres Públiques de la Generalitat, Joaquim Nadal, ha decidido iniciar el proceso para eliminar de la superficie de Barcelona una serie de construcciones auxiliares del metro. Esta medida contribuirá de forma decisiva a mejorar el paisaje urbano de la ciudad, pues en ocasiones se encuentran estas situadas en puntos nobles desde el punto de vista urbanístico.
EL PROPÓSITO En otoño podría estar listo el proyecto para eliminar el medio centenar de rejas
EL ORIGEN Comenzaron a surgir con el desarrollo de la red de metro en la época de Porcioles
La dirección general del Transport Terrestre ya ha terminado la localización e inventario minucioso de todos los casos advertidos, que suman 52 (9 de la línea 1; 8 de la línea 2; 12 de la línea 3; 17 de la línea 4, y 6 de la línea 5). Se proyecta tener culminado para otoño un plan de actuación que permita comenzar a eliminar las citadas construcciones y adaptarlas a las rasantes existentes.
Se trata de una serie de volúmenes que en mayor o menor grado fueron instalados en la superficie y que constituyen la parte visible de pozos de ventilación auxiliar, cubiertos casi siempre por una reja, de las instalaciones subterráneas del Ferrocarril Metropolità de Barcelona.
El origen de estas instalaciones se remonta al mandato del alcalde Porcioles, etapa en la que la red de metro barcelonesa experimentó una ampliación muy considerable, pero en la que al propio tiempo se cuidaban muy poco ciertos aspectos que en aquel entonces eran considerados secundarios. La verdad es que esta práctica nada ejemplar persistió, a buen seguro tanto por inercia como por carencia de sensibilidad paisajística.
De ahí que a la hora de necesitar construir alrededor de las estaciones una serie de pozos de ventilación, los técnicos optaran en este caso por un estilo de proyecto y de ejecución que se caracterizaba casi siempre por la facilidad, la rapidez y el menor coste.
El problema en su día no lo constituía la evacuación del agua de lluvia que caía verticalmente, fácilmente canalizable, sino la de procedencia lateral, de arroyo. Esta es la razón por la que las entradas a las estaciones que aparecen orientadas hacia Collserola suelen disponer de un escalón, que les sirve para evitar que entre la citada agua de arroyo.
En vez de intentar resolver el problema mediante una solución rasante, es decir, al nivel del suelo, se prefirió la opción volumétrica, ni que fuera ostensible.
El resultado fue de una variedad sorprendente, que va desde simples elevaciones de un perímetro, que aproximadamente no levanta más de un palmo de la superficie, hasta verdaderas habitaciones que pueden llegar a alcanzar aproximadamente el metro y medio de altura. El muro de ladrillo a menudo suele aparecer revestido y este cubrimiento ha evolucionado según el gusto de la época.
Dentro de la variedad de actuaciones, hay pozos que llegan a ocupar hasta unos 24 metros cuadrados, sin contar, claro, la altura. Este tipo de construcción da en conjunto la apariencia de la caja de un camión, siempre cubierta por una reja. Pero los más reducidos acostumbran a tener la apariencia de la chimenea de una cocina militar, o así.
Con todo, no faltan las sorpresas, resultado de una cierta imaginación. Un buen ejemplo es el que aparece enclavado en la acera del chaflán de la Gran Via de les Corts Catalanes y la calle Vila-marí, en el que la ventilación, en vez de ser recibida, como es habitual, a través de la superficie, procede por las rejas que recubren los cuatro costados, lo que le concede la apariencia de una especie de gallinero.
Amén de haber ocupado un territorio que no es de su jurisdicción y de haber afeado el paisaje con esos volúmenes, el resultado se ha agravado a medida que discurre el tiempo a causa de un lógico proceso de degradación. Y conste que no sólo se trata sólo de pintadas.
Así pues, desaparecerán del paisaje urbano unos pozos de ventilación que durante decenios han emergido en lugares tan destacados como las aceras del paseo de Gràcia, la Gran Via de les Corts Catalanes, la avenida Diagonal o no pocos chaflanes relevantes del Eixample.
Por cierto, olvidaron incluir en el inventario un pozo del modelo cocina militar,semejante a los que aparecen en las estaciones de Sant Andreu (línea 1) o de La Pau (línea 2): en la plaza Urquinaona, cabe el quiosco y a pocos metros de la entrada a la estación. Es un pozo también ridículo y emerge en un punto vistoso y muy céntrico.
Y también falta un gran paralelepípedo sito en el centro de la plaza Catalunya, que pasa algo inadvertido por estar dentro de dos parterres próximos a El Corte Inglés.
VARIEDAD DE MODELOS Hay elevaciones de apenas un palmo y 'habitaciones' de hasta 1,50 m de altura.