Més calor als transports de Barcelona
Posted: Thursday 07/08/2008 10:24
Temes relacionats: TMB descarta aire condicionat al metro, Els busos peten amb la calor
De La Vanguardia en paper, una part d'un article de la secció Vivir:
Más calor en FGC y metro
METRO No hay el alivio súbito de otros veranos al pasar del andén al vagón
BUS Los usuarios del autobús agradecen la climatización, algo por encima de los 25 º
Administración, transportes y comercios evitan el exceso del aire acondicionado
LLUÍS SIERRA - Barcelona
El límite de 25 grados centígrados que la Generalitat y entidades ecologistas recomiendan en el uso del aire acondicionado se está respetando, según pudo comprobar ayer este diario con una prospección sobre el terreno termómetro en mano. En estos días de altas temperaturas, como norma general, se evita bajar de 25 º en edificios oficiales y transportes públicos (aun a costa de quejas de usuarios), y entidades privadas como cines y otros establecimientos comerciales entran cada vez más en la lógica de que el calor no se combate con frío. El muestreo da idea de que la mesura gana terreno en el uso de la refrigeración.
Cuando, como ayer la temperatura en la calle llega a los 34 º (a la sombra) crece la tentación de darle al botón regulador del aire acondicionado. Ocurre en casas particulares, en comercios y en oficinas. Pero la tentación se frena, hay que suponerlo así, con la conciencia de que reducir la
temperatura de esta manera supone más gasto y más emisión de CO2. Ayuntamiento de Barcelona y Generalitat estan obligados a dar ejemplo. "El año pasado la regla eran 24 grados; este año 25", comenta una funcionaria municipal en la oficina de atención ciudadana de la plaza de Sant Miquel. El termómetro situado sobre una tarima, a metro y medio de dos emisores de aire acondicionado, marca 25 º . La sensación es de ligero fresquito.
Algo más de temperatura se registra en el departamento de Medi Ambient i Habitatge (puestos a dar ejemplo, es la conselleria más indicada). Un termómetro fijo en la pared de la oficina de prensa marca 26 º . El termómetro testigo del reportaje, a unos cinco metros y más cerca de un foco de luz, señala 26,2 º . Un poco más allá, 25,9 º . "Está bien así", coinciden varias trabajadoras.
Más complicado es tomarle la temperatura a los transportes públicos. De entrada, no se produceel alivio súbito que otros veranos se notaba al pasar del andén al vagón del metro. (Apunte: todos los trenes del metro de Barcelona tienen aire acondicionado: es un caso único en Europa). Ahora se advierte enseguida que el límite de 25 º queda lejos. Hay pasajeros que se dan aire con abanicos o con cuadernos de sudoku. Pero la temperatura no es uniforme, varía unas décimas cada vez que se abren y cierran las puertas. Cambia igualmente de un punto a otro del convoy, ya sea articulado (de cabina única) o de vagones, o se esté más o menos cerca de los emisores de aire. Y varía finalmente según haya más o menos pasaje. Así y todo, una media ponderada de dos trayectos, ida y vuelta, por la línea 3 da como habituales las temperatura entre 29,9 º y 30,1 º .
Casi lo mismo ocurre en Ferrocarrils de la Generalitat. "El aire no funciona - comentaba una pasajera de la línea de Barcelona aTerrassa- y si funciona no se nota. Funcionaba. La temperatura oscilaba durante el viaje, pero se puede establecer en una media en torno a los 29,6 º y los 30 º . En los andenes, como en los del metro, un par de grados más. Los andenes de los suburbanos no se pueden refrigerar. Como mucho se pueden ventilar, y no siempre con efectos apreciables, según la profundidad, la estructura de los pasillos y otras variantes.
La cosa cambia cuando se utiliza el autobús. El golpe de calor que a menudo se recibe en la parada cuando frena el autobús, se compensa enseguida al subirse. Hay diferencias según el modelo de vehículo (y, como en el metro, hay variables por el abrir y cerrar de las puertas y la cantidad del pasaje, pero valga por ejemplo un Mercedes Citano de la línea 67, con una ocupación relativamente baja, sobrepasado el mediodía: el termómetro se mueve entre los 25,2 y los 26,3 º en el puesto más fresco.
De La Vanguardia en paper, una part d'un article de la secció Vivir:
Más calor en FGC y metro
METRO No hay el alivio súbito de otros veranos al pasar del andén al vagón
BUS Los usuarios del autobús agradecen la climatización, algo por encima de los 25 º
Administración, transportes y comercios evitan el exceso del aire acondicionado
LLUÍS SIERRA - Barcelona
El límite de 25 grados centígrados que la Generalitat y entidades ecologistas recomiendan en el uso del aire acondicionado se está respetando, según pudo comprobar ayer este diario con una prospección sobre el terreno termómetro en mano. En estos días de altas temperaturas, como norma general, se evita bajar de 25 º en edificios oficiales y transportes públicos (aun a costa de quejas de usuarios), y entidades privadas como cines y otros establecimientos comerciales entran cada vez más en la lógica de que el calor no se combate con frío. El muestreo da idea de que la mesura gana terreno en el uso de la refrigeración.
Cuando, como ayer la temperatura en la calle llega a los 34 º (a la sombra) crece la tentación de darle al botón regulador del aire acondicionado. Ocurre en casas particulares, en comercios y en oficinas. Pero la tentación se frena, hay que suponerlo así, con la conciencia de que reducir la
temperatura de esta manera supone más gasto y más emisión de CO2. Ayuntamiento de Barcelona y Generalitat estan obligados a dar ejemplo. "El año pasado la regla eran 24 grados; este año 25", comenta una funcionaria municipal en la oficina de atención ciudadana de la plaza de Sant Miquel. El termómetro situado sobre una tarima, a metro y medio de dos emisores de aire acondicionado, marca 25 º . La sensación es de ligero fresquito.
Algo más de temperatura se registra en el departamento de Medi Ambient i Habitatge (puestos a dar ejemplo, es la conselleria más indicada). Un termómetro fijo en la pared de la oficina de prensa marca 26 º . El termómetro testigo del reportaje, a unos cinco metros y más cerca de un foco de luz, señala 26,2 º . Un poco más allá, 25,9 º . "Está bien así", coinciden varias trabajadoras.
Más complicado es tomarle la temperatura a los transportes públicos. De entrada, no se produceel alivio súbito que otros veranos se notaba al pasar del andén al vagón del metro. (Apunte: todos los trenes del metro de Barcelona tienen aire acondicionado: es un caso único en Europa). Ahora se advierte enseguida que el límite de 25 º queda lejos. Hay pasajeros que se dan aire con abanicos o con cuadernos de sudoku. Pero la temperatura no es uniforme, varía unas décimas cada vez que se abren y cierran las puertas. Cambia igualmente de un punto a otro del convoy, ya sea articulado (de cabina única) o de vagones, o se esté más o menos cerca de los emisores de aire. Y varía finalmente según haya más o menos pasaje. Así y todo, una media ponderada de dos trayectos, ida y vuelta, por la línea 3 da como habituales las temperatura entre 29,9 º y 30,1 º .
Casi lo mismo ocurre en Ferrocarrils de la Generalitat. "El aire no funciona - comentaba una pasajera de la línea de Barcelona aTerrassa- y si funciona no se nota. Funcionaba. La temperatura oscilaba durante el viaje, pero se puede establecer en una media en torno a los 29,6 º y los 30 º . En los andenes, como en los del metro, un par de grados más. Los andenes de los suburbanos no se pueden refrigerar. Como mucho se pueden ventilar, y no siempre con efectos apreciables, según la profundidad, la estructura de los pasillos y otras variantes.
La cosa cambia cuando se utiliza el autobús. El golpe de calor que a menudo se recibe en la parada cuando frena el autobús, se compensa enseguida al subirse. Hay diferencias según el modelo de vehículo (y, como en el metro, hay variables por el abrir y cerrar de las puertas y la cantidad del pasaje, pero valga por ejemplo un Mercedes Citano de la línea 67, con una ocupación relativamente baja, sobrepasado el mediodía: el termómetro se mueve entre los 25,2 y los 26,3 º en el puesto más fresco.