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L'Associació d'Amics del Ferrocarril de Barcelona

Posted: Thursday 22/01/2009 10:18
by metring
La Vanguardia en paper d'avui dedica un article a l'AAFCB, i parla de la seva història:

Los que aman los ferrocarriles

LLUÍS PERMANYER

Es la asociación más antigua de España y, con mucho, la que cuenta con el mayor número de socios
Es éste un amor que viene de antiguo, que propicia reunirse y amistar, conservar el legado histórico y, dentro de lo que cabe, practicar con el funcionamiento de los trenes propios.

No fue hasta 1944 cuando se fundó en Barcelona la Associació d´Amics dels Ferrocarrils, impulsada por Josep Maria Bonet Garí. No disponía en aquel entonces de razón social, lo que inducía a aprovechar la animación navideña para organizar exposiciones de maquetas, siempre en lugares distintos. Algunos de los escogidos fueron la acreditada Granja Royal, en la calle Pelai; un local en la calle Fontanella; o también en el estudio de Ràdio Barcelona, en la calle Casp.

En 1947 ya dispuso de la primera sede, un piso de unos trescientos metros en la calle Escudellers, 5. En 1962 fue aprovechada la ocasión de poder casi triplicar la superficie, que para la entidad ha sido siempre lo fundamental, sobre todo para disponer del mayor número posible de grandes maquetas permanentes.

Se trasladó entonces al primer piso del Pati de Correus de la Estació de França; a la hora de la verdad fue también un lugar transitorio. En 1993, gracias a la buena mano de Mercè Sala, se resolvió satisfactoriamente el problema creado con la ocupación de todo aquel sector por la Universitat Pompeu Fabra; y es que se pudo disponer a cambio de un buen espacio subterráneo del ala sur, en el costado opuesto, con acceso por la calle Ocata. Seguía siendo, pues, una dependencia anexa a la estación citada, donde permanece.

Un abanico de habitaciones de muy varia amplitud permite encajar los diversos servicios: archivo, videoteca y los cinco mil libros de la biblioteca, secretaría, sala de actos, almacén, pero sobre todo la amplitud que exigen las tres grandes maquetas fijas en las que los socios hacen circular con devoción sus trenes.

La decoración practica literalmente la norma del horror vacui:los muros han desaparecido tras un recubrimiento total a base de cuanto ha sido rescatado de la desaparición. La antigüedad que ya honra no pocas de estas piezas históricas es un valor añadido mayormente de signo estético, sea por el color, el estilo tipográfico y sobre todo por la calidad del soporte, así como de la estampación o el relieve. Poseen varias máquinas de tren, un autobús monotral y un trolebús, por supuesto conservados en otros lugares, pero se permitieron la pequeña "locura" de ajustar al máximo el aserrado de una cabina de metro de la serie 1.000 para que cupiera en este local. La mayor parte de lo que allí se exhibe son donaciones, y les duele haber rechazado algunas por falta de medios o de espacio para instalarlas como está mandado.

Conferencias, proyecciones de películas sobre el tema, publicación semestral de los tres mil ejemplares de la muy bien editada revista

Carril son algunas de las actividades habituales y prosaicas, ya que también han sido impulsores decisivos de proyectos más ambiciosos, como la creación de los museos ferroviarios de Martorell y de Vilanova.

La asociación que hoy preside Josep Ferrer se enorgullece de ser no sólo la más antigua de España, sino la que, con sus 560 socios, cuenta muy de largo con mayor número de miembros.

CUADERNO BARCELONÉS


DELEITARSE CON EL TREN

Todos los martes, jueves, viernes y sábados, siempre que no sean festivos, la asociación permanece abierta por la tarde de seis a nueve. Es entonces cuando los socios pueden, sobre todo, hacer funcionar los trenes miniatura que tienen en casa, con la oportunidad que supone de disfrutar con ellos. Y es que no es sólito que se tenga una gran superficie dedicada a este placer, y más raro aún mantenerla de forma permanente. Así pues, se presentan con sus bien provistas cajas bajo el brazo. Previamente han convenido día y hora para ponerlos en circulación en una de las diversas y grandes maquetas estables. Hay que ver con qué cuidado colocan su locomotora y la delicadeza que exhiben al proceder a enganchar cada uno de sus vagones. Y la atención que concentran para vigilar luego las diversas evoluciones minuciosamente preparadas. Es su deleite, por supuesto, pero que comparten con los colegas que a su vera se arraciman y comentan las incidencias o cualquier otro tema, ferroviario, claro.